La emisión de facturas electrónicas permitió ahorrar alrededor de 919 millones de euros y 400.000 horas de trabajo equivalente de una persona, al eliminar el manipulado de los documentos en papel y los gastos de impresión, ensobrado y franqueo.
El volumen total de facturas electrónicas emitidas en el primer semestre 2016 ascendió a 118,51 millones de documentos, lo que supone un 23,5% más que el año anterior, según la última edición del Estudio de Implantación de la Factura Electrónica en España elaborado por la Fundación Seres, que afirma que 2016 fue «el año de mayor crecimiento y consolidación de la factura electrónica en España».
El estudio, que se ha llevado a cabo con una muestra de 174.604 empresas receptoras de factura electrónica y 11.034 emisoras, destaca el crecimiento que se ha producido en las facturas entre empresas, ya que se han emitido 18,27 millones más que en 2015 (+19,4%).
En esta línea, las facturas emitidas en la relación que mantienen empresas y consumidores pasaron desde los 6,4 millones a los 9,79 millones, lo que supone un incremento del 52,8%, mientras que la facturación electrónica con las distintas administraciones públicas subió más de un 27%, hasta los 12,7 millones.
El director de marketing de Seres, Alberto Redondo, ha señalado que la obligatoriedad de facturar en formato electrónico a las Administraciones Públicas desde el 15 de enero de 2015 ha permitido que, tanto el sector público como el privado, hayan centrado sus esfuerzos en dar un paso hacia adelante en su camino hacia la facturación electrónica.
«A pesar del parón en compra pública derivado de la falta de gobierno, la factura electrónica recibió un nuevo empujón por parte de diferentes gobiernos autonómicos para agilizar y facilitar la relación con sus proveedores. En paralelo, este impulso desde las AAPP ha ayudado a que las grandes compañías refuercen sus proyectos en marcha», ha agregado.
MADRID, CATALUÑA Y ANDALUCÍA, A LA CABEZA
Por otro lado, estudio elaborado por Seres refleja que un año más las empresas de Madrid, Cataluña y Andalucía encabezan el ranking por volumen de documentos emitidos, mientras que a la cola se sitúan Ceuta y Melilla, Cantabria y Extremadura.
En concreto, las empresas de Madrid emitieron el 19,56% de los documentos, seguidas por las andaluzas, con el 13,31%, y las catalanas, con el 13,12%. A mayor distancia se sitúan las valencianas, con el 10,78%; las vascas, con el 9,36%, y las gallegas con el 9,32%.
En documentos recibidos, las empresas madrileñas representan el 20,74% del total, seguidas de las catalanas, con el 15,79%; la andaluzas, con el 14,14%; las vascas, con el 8,28%; las valencianas, con el 7,47%, y las castellano leonesas, con el 7,27%.
SECTOR SERVICIOS
Por sectores, el sector servicios sigue liderando un año más el uso de la factura electrónica, ya que representó en 2016 el 57% de las facturas emitidas y el 62,39% de las recibidas, pero, sin embargo, su peso en el total decrece más de cuatro puntos porcentuales en ambos casos.
A continuación le sigue la industria, con el 38,35% de los documentos emitidos y 31,48% el de los recibidos, lo que supone cuatro y tres puntos porcentuales más que hace un año, respectivamente. Por su parte, el sector primario representa un 2,85% de las facturas emitidas y un 2,54% de las recibidas.
Por tamaño, en emisión el ranking lo encabeza la mediana empresa, con el 45,97%, seguida por la pequeña empresa, con el 25,76; la gran empresa, con el 22,46%, y la microempresa con el 5,81%. En recepción, las más activas fueron las grandes empresas, con el 35,01%, seguidas de las medianas, con el 32,11%; las pequeñas, con el 24,82%, y las microempresas con el 8,06%.
