El Indicador de Confianza Económica (ESI, por sus siglas en ingles) de la zona euro subió en agosto hasta su nivel más alto desde hace diez años, según informó este miércoles la Comisión Europea a través de un comunicado, que revisó una décima al alza el dato del mes pasado, hasta 111,3.
En concreto, la confianza económica en los países pertenecientes a la moneda única subió seis décimas, hasta situarse en 111,9, un nivel no visto desde julio de 2007 y batiendo así los niveles precrisis. Se sitúa también por encima de las expectativas del consenso de analistas, que esperaban que se situaría en 111,3.
El órgano ejecutivo apunta, además, a que esta mayor positivismo respecto a la economía es un sentimiento compartido por la mayoría de los sectores de actividad y de los diferentes países.
En este sentido, la industria y los servicios fueron los sectores que mayores aumentos contabilizaron, de 0,6 puntos y 0,7 puntos, respectivamente. Según la Comisión Europea, esto se debió a unas mejores expectativas de los empresarios respecto a la producción y la demanda.
La confianza de los consumidores, por su parte, se mantuvo prácticamente estable (+0,2 puntos), lo que refleja una opinión más optimista de los hogares respecto a la situación financiera futura y de las expectativas de ahorro, frente a una visión más pesimista de la futura situación económica en general y del desempleo.
Además, la confianza en el sector de los servicios financieros se anotó una «fuerte subida», de hasta 8,5 puntos. Al contrario, el comercio minorista y el sector de la construcción fueron los más pesimistas, con retrocesos de 2,3 puntos y 1,5 puntos, respectivamente.
Por países, la confianza económica aumentó en tres de las cinco mayores economías de la eurozona, en Italia (+3,6), Francia (+1,7) y España (+1,4).
Por último, respecto a la Unión Europea en su conjunto, el indicador de confianza económica se mantuvo prácticamente estable, con un retroceso del 0,3 puntos, hasta 111,9.
