El notario desempeña un papel clave en el momento de la constitución de la sociedad y puede ayudarles a decidir diversas cuestiones, como la forma societaria o el contenido de los estatutos de la empresa.
Pero hay otros asuntos del devenir de las empresas y de sus socios que tienen gran trascendencia para la continuidad de la sociedad y en los que también puede ayudarles un notario, como la creación de un protocolo familiar. El protocolo familiar es un acuerdo firmado por los familiares propietarios en el que se indican las funciones de cada uno, cómo se transmitirán las acciones o participaciones, cómo se llevará a cabo la sucesión de las siguientes generaciones y cualquier otro asunto que regule sus relaciones. Es una figura de gran utilidad para asegurar el futuro de los negocios familiares.