El paro aumentó en 97.948 personas en el mes de octubre, según los datos del ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social hechos públicos. Se trata del peor registro para el mes de octubre desde 2012 y eleva la cifra total de parados a 3.177.659. En términos desestacionalizados el paro registrado aumentó en 29.153 personas, confirmando cierta tendencia creciente de esta serie y las dificultades del actual momento del ciclo de la actividad para reducir adicionalmente nuestra tasa de desempleo.
Por lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, octubre cerró con un incremento de 106.541 personas, situando la cifra total de cotizantes en 19.429.993.
En términos interanuales, la afiliación se ha incrementado en 436.920 afiliados, lo que representa un incremento del 2’30% respecto del mes de octubre del año anterior.
Si bien ha sorprendido al alza el aumento de la afiliación en octubre con respecto a las previsiones estimadas para este periodo, el crecimiento del empleo en términos anuales sigue mostrando una flexión a la baja a comienzos del último trimestre del año. Esta desaceleración se observa igualmente a partir de las estimaciones que se publicaron recientemente en la EPA del tercer trimestre, donde el aumento de la ocupación se situó en el 1,8%, variación de idéntica cuantía a la estimada por la Contabilidad Nacional Trimestral en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
Por lo que a la contratación se refiere, el número total de contratos registrados durante el mes de octubre ha sido de 2.224.757, lo que supone una reducción de 18.696 (-0,83%) sobre el mismo mes de 2018. Del total de contratos, 237.866 son de carácter indefinido, (un 10,69% del total) y 1.986.891 son contratos temporales.
Estos datos confirman la ralentización en el proceso de creación de empleo como consecuencia de la desaceleración de la economía española y mundial y los efectos de la incertidumbre, generada por factores internos y externos sobre la creación de empleo y las inversiones.
Ante esta situación, resulta urgente recuperar la estabilidad y la certidumbre en nuestra economía, y alcanzar los consensos precisos para desbloquear la situación política una vez se celebren las próximas elecciones, de manera que el Gobierno resultante pueda adoptar las medidas necesarias para combatir la desaceleración e impulsar la actividad económica y la creación de empleo, todo ello en un contexto de diálogo y concertación social.