La presión sobre los CEO nunca ha sido tan alta. Inflación, tensiones geopolíticas, transición energética acelerada y una transformación digital que avanza sin descanso dibujan un escenario exigente. A todo esto se suman nuevas normativas en materia de sostenibilidad y consejos de administración que reclaman crecimiento con márgenes más ajustados y resultados ASG medibles.
El último Cost Management Barometer de ERA Group confirma esta realidad: el 72% de los CEO admite que sus márgenes están más presionados que el año pasado. Al mismo tiempo, el Foro Económico Mundial advierte de la creciente distancia entre las inversiones digitales y el retorno que realmente generan. En este contexto, el control de costes ha dejado de ser una medida defensiva para convertirse en una auténtica palanca estratégica.
Del control reactivo a la estrategia de futuro
Los líderes que mejor navegan en este entorno tienen un denominador común: se apropian del control de costes como parte central de la estrategia. No se trata de bajar a los detalles del día a día, sino de contar con inteligencia y visibilidad para decidir con claridad. Esto se traduce en:
- Medir con precisión para ganar confianza: disponer de datos en tiempo real sobre proveedores, logística y gastos permite anticiparse y reducir riesgos.
- Convertir el ahorro en motor de transformación: los recursos liberados hoy financian proyectos de digitalización, sostenibilidad o expansión, que garantizan la competitividad de mañana.
- Hacer de la transparencia una ventaja: más visibilidad significa más poder de negociación y más capacidad de maniobra en entornos volátiles.
- Liderar con flexibilidad: quienes adoptan esta visión pueden adaptarse con rapidez, proteger márgenes y guiar a sus equipos con seguridad.
El antiguo manual de “crecer a cualquier precio” o “recortar sin más” ya no funciona; los CEO actuales deben identificar con precisión dónde se generan fugas de margen, discernir qué inversiones aportan verdadero valor, evitar el crecimiento que dispara la base operativa y, al mismo tiempo, cumplir con los objetivos de sostenibilidad sin comprometer el presupuesto. Esta capacidad de análisis ya no es un detalle operativo, sino una cuestión de supervivencia y ventaja competitiva.
En definitiva, el barómetro muestra que la confianza de los líderes nace de una gestión de costes precisa y proactiva, que el alivio de márgenes se convierte en el combustible de la ambición estratégica y que la visibilidad se traduce en mayor poder de negociación y resiliencia ante la incertidumbre.
“El CEO actual no puede limitarse a reaccionar: debe anticipar el cambio. Controlar los costes no es un freno, sino una palanca para ganar resiliencia, acelerar prioridades ASG y crear margen de maniobra cuando otros se paralizan”, señala Fernando Vázquez, socio consultor de ERA Group España.