Cada vez resulta más frecuente encontrarse establecimientos con horarios de 24 horas, debido a las nuevas costumbres y tipología de consumidores.
Según datos de la consultora Kantar, la amplitud de horarios, servicios y formatos se debe a la evolución de los hábitos de compra. La apertura nocturna es «una respuesta a las necesidades del consumidor actual«. En las grandes ciudades hay sectores de población que desarrollan su trabajo por la noche, como los servicios de limpieza, urgencias médicas, farmacias, seguridad, transporte… La nueva tipología de horarios se adapta a sus necesidades y les ofrece libertad de horario para realizar sus compras y compaginarlo con su jornada laboral y familiar.
No es que sea algo nuevo encontrarse con establecimientos abiertos durante noche y día, pero sí que supone toda un movimiento y novedad que ya sean muchos los establecimientos y cadenas que adoptan esta fórmula horaria y de negocio. Hasta ahora, los negocios que han ampliado sus horarios han sido los supermercados, cafeterías, farmacias, gasolineras, gimnasios, restaurantes, franquicias o peluquerías; es decir y hablando por sectores, negocios de hostelería, dedicados a la actividad física, a la alimentación o a la estética.
El hecho es que el comercio físico se está pareciendo en este sentido cada vez más al virtual, ya que una de las ventajas competitivas de este último es, precisamente, que están 24 horas online.
Así pues, se puede analizar este fenómeno como una tendencia o algo natural, dada la apertura de oportunidades para el consumidor que, al fin y al cabo, es al que se tiene que captar y dar servicio.
Sin embargo, los expertos apuntan que estos nuevos hábitos de consumo se podrían deber a la crisis económica, más que a una tendencia, ya que los cambios de consumo derivados de estos años han sido profundos.
El hecho es que cada vez son más las empresas que han acompasado esos cambios en las necesidades de los clientes modificando o ampliando horarios y, por tanto, negocio. Apostando así, con la amplitud horaria, por unos comercios, tiendas o establecimientos más conectados con el consumidor actual.
Algo que, según algunos casos y experiencias, aumentará en un futuro más o menos inmediato, porque es lo que el mercado demanda.
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