En los últimos días se ha producido el cierre sorpresivo e inmediato de la frontera francesa con el Reino Unido como reacción al brote de una nueva cepa del COVID-19, lo que ha provocado la retención de miles de transportistas, muchos de ellos españoles, con sus vehículos.
El impacto económico y en la cadena de suministro es enorme, como lo es también el drama humano causado al retener y bloquear durante ya dos noches a los conductores, sin medios suficientes para atenderlos, y con la perspectiva de no llegar a sus hogares en Navidad.
La Comisión Europea acaba de emitir una recomendación instando a la coordinación y a que se facilite la movilidad de los transportistas, dado el servicio esencial que prestan para los ciudadanos de la UE.
Desde CEOE, y en apoyo de las organizaciones sectoriales de transportes CETM, ASTIC y de la organización de autónomos ATA, solicitamos el apoyo urgente de nuestro Gobierno para que intervenga de inmediato y ejerza las acciones diplomáticas pertinentes ante los gobiernos francés y británico, a fin de organizar el retorno de nuestros conductores.
Asimismo, solicitamos que se adopten medidas de apoyo para atender las necesidades básicas de los transportistas atrapados en el Reino Unido, especialmente para dar cobertura a aquellos conductores que sufran un posible contagio que les impida retornar a sus domicilios, evitando dejarlos a su suerte.