El universo en el que las empresas desarrollan su actividad ha cambiado notablemente en las últimas décadas.La evolución de la tecnología, la mayor facilidad y también la necesidad de salir al exterior, diferentes formas de financiación… Y todo ello acompañado de nuevos riesgos que hacen que el compliance para las pymes sea también un deber ineludible por su importancia e impacto en cualquier negocio.
Las crisis económicas, que han llevado a las empresas a salir fuera de sus fronteras como estrategia de diversificación, y los avances tecnológicos han hecho que las pymes tengan cada vez un potencial más en sintonía con el de las grandes empresas, y se enfrenten también a unos riesgos similares.
Internet ha posibilitado saltar fronteras sin necesidad de abrir tiendas físicas en otros países. La internacionalización de la actividad nunca había sido tan abordable para cualquier modelo de negocio con independencia de su tamaño.
Al dejar su zona de confort, aquella que conocen y que pueden gestionar con relativa facilidad, y utilizar estas últimas tecnologías disponibles para salir al exterior las pymes también quedan expuestas a nuevos riesgos, socios de los que no tienen referencias cercanas, más normativas a las que tienen que atenerse y que deben conocer.
Es, por tanto, muy importante que verifiquen la identidad de las empresas con las que establezcan relaciones, como asociados, proveedores o clientes. Y además deberán asegurarse de si estas empresas o sus administradores son confiables, si se encuentran en algún listado de sanciones o si se ha publicado información negativa sobre ellos.
Si las pymes no atienden estas cuestiones podría suponer un daño para su reputación o incluso implicar una sanción, por ejemplo, al relacionarse con alguna compañía que esté en un listado de blanqueo de capitales. Y, por ende, su actividad y sus resultados también se verían perjudicados.
Una estrategia de compliance correcta permitirá a una pyme contar con una protección ante los riesgos reputacionales, legales y financieros que conlleva su exposición al exterior, y a esto le pueden ayudar los productos especializados que ofrecen marcas de la reconocida calidad como eInforma.
Si no nos preocupamos de adaptar nuestro negocio a las políticas que nos aplican estaremos expuestos a multas que pueden poner en serio peligro la continuidad de la empresa, o incluso sanciones que impliquen el cese de la actividad. Y, además de las normativas contra actividades ilegales relativas a la actividad empresarial, como el blanqueo de dinero, el soborno, etc., las nuevas tecnologías están generando nuevas problemáticas a legislar. Por ejemplo, el tratamiento de los datos personales ha sido restringido recientemente y las compañías han tenido que adaptarse a los requisitos marcados por la legislación.
Cuando una mala decisión, como la de asociarse con una empresa que está en los listados de sanciones internacionales, es conocida por el gran público, el daño puede ser también considerable. Hoy en día, para que esto se produzca, ya no es necesario que salga en los grandes medios de comunicación tradicionales. Los diarios de tirada nacional e incluso las televisiones tiene menor capacidad de difundir rápidamente una noticia que puede hacerse viral en cuestión de segundos a través de las redes sociales. El resultado puede ser una crisis reputacional con su correspondiente repercusión en las ventas y los ingresos de la compañía.
Además, poder demostrar que nuestra empresa tiene habilitados procedimientos de cumplimiento normativo nos hará más deseable como empresa con la que trabajar, seremos un socio de menos riesgo que otro que no lo pueda demostrar. Y nos permitirá optar a licitaciones de organismos internacionales que tienen este requisito como inexcusable.
Tanto por nuestra seguridad como por abrir posibilidades de negocio, aplicar una estrategia bien definida de compliance es indispensable para las pymes. Podemos hacerlo de forma interna, apoyándonos en todas las herramientas disponibles para el cumplimiento. O acudiendo a empresas especializadas, que presten asesoría en cómo hacerlo, si no tenemos en conocimiento necesario. Porque, como decía Séneca: “Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”.
