Dice el refranero popular que quien paga descansa, pero quien cobre aún más. Tener en mente las facturas pendientes quita el sueño a cualquiera, con lo cual parece complicado poder olvidarse de ellas. Pero puede que no tengas idea de cómo saber si eres un moroso que aparece en registros a los que acceden bancos y empresas.
Cuando se atraviesan situaciones económicas complicadas, como la actual consecuencia de la crisis sanitaria causada por la Covid-19, los registros de morosos son más consultados. De acuerdo con el último Análisis del Comportamiento de Pago Empresarial de Informa D&B, el 43 % de los empresarios españoles reconocen haber tenido impagados en los últimos 12 meses.
Empresas y entidades financieras quieren asegurarse, en la medida de lo posible, de la solvencia y buen expediente de pago de los clientes antes de conceder una venta a crédito o financiación para sus proyectos.
Por eso es importante, tanto para particulares como para empresas, conocer cómo saber si estoy en un registro de morosos, y poder comprobar si aparecen o no en alguno de estos listados, procediendo, en caso afirmativo, a tomar las medidas oportunas para solucionarlo.
Puede que no nos concedan una solicitud de crédito y la causa sea estar en un registro de morosos. Pero, si no estamos incluidos, también nos servirá como muestra de que no tenemos mancha en nuestro expediente de pagos.
Qué es un registro de morosos
Un registro de morosos es un fichero que contiene datos informativos, normalmente automatizado, que reflejan tanto las personas físicas como jurídicas que tienen impagos pendientes a entidades que prestan servicios de préstamo, como entidades bancarias.
Estos registros permiten conocer las deudas de personas y empresas. Si alguien tiene facturas pendientes el riesgo de no recuperar el crédito que se le conceda se eleva, así que es un dato importante.
Información sobre la inclusión en un registro de morosos
La normativa obliga a estos registros de morosos a avisar a los interesados sobre su inclusión en el mismo, por lo que en principio deberíamos de saberlo.
Si llevamos un registro de nuestras facturas tendremos anotado si tenemos alguna pendiente de pago y, en el caso de estar en uno de los ficheros existentes, deberían habernos llegado la notificación pertinente según establece la ley.
De acuerdo con la normativa, si nos incluyen en un registro de morosos se nos debe informar por carta certificada en un plazo máximo de 30 días. En ese período es posible rectificar o pagar las deudas, de forma que podemos evitar aparecer en el mismo.
Pero la realidad es que se pueden dar circunstancias por las que una factura que creamos cancelada siga pendiente. Y problemas en la dirección de envío o el extravío del mensaje de notificación pueden suponer que no llegue a su destinatario como estaba previsto.
Principales registros de morosos
Entre los registros de morosidad bancaria y multisectorial más importantes que funcionan en España, entre los que deberíamos consultar para saber si soy un moroso, se encuentran:
- ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito): Este fichero, creado por Asnef Equifax es el mayor registro de morosos de España, con información de deudas por 26.000 millones de euros de impagos de más de 300.000 empresas.
- Experian Bureau Empresarial: Un registro de morosos con información de morosidad bancaria y multisectorial creado por Experian. Contiene datos de hasta 500.000 empresas deudoras por valor de más de 65.000 millones de euros en España.
- RAI: El listado del RAI o Registro de Aceptaciones Impagadas es el listado de morosos más importantes de España debido a que contiene el mayor volumen de datos con información negativa sobre millones de sociedades.
- Aquí aparecen empresas con una deuda igual o superior a la cuantía de 300€, ya sea desde una deuda pagarés, letras de cambio o cheques de cuenta corriente.
- RIJ Registro de Impagados Judiciales. Se trata de una listado pionero en España que favorece el derecho a la tutela judicial efectiva y que se cumplan las sentencias firmes.
Este fichero agrupa información de deudas líquidas, vencidas, exigibles y reconocidas mediante una resolución judicial y permite reclamar su cobro. Los abogados, previo consentimiento del cliente, podrán incluir deudas superiores a 50 euros y con un máximo de 5 años de antigüedad.
