Seleccionar adecuadamente los clientes y gestionar su cobro posterior: Cuando una empresa concede crédito a un cliente puede pasar que no nos pague la mercancía vendida o los servicios prestados. La realidad es que gracias a la gestión del riesgo comercial se puede reducir esa posibilidad de impago al usar varias herramientas. En este sentido, tendrás que diseñar tu única estrategia de venta a crédito y adecuarla al patrón de tu cartera de clientes.
Entre las herramientas que nos pueden ayudar, se encuentran:
- Diversificar clientes que se retrasan en todos los pagos
- Negociar las condiciones con los clientes al principio
- Gestionar el cobro de las facturas
- Factoring
- Descuento de pagarés
- Líneas de crédito
- Seguro de crédito: Te indemnizará una parte de las pérdidas finales como consecuencia de la insolvencia definitiva de tus clientes, o aplicaciones de inteligencia de negocio que ayudan al análisis integral del cliente mediante la mezcla de varias capas de información para reconocer y ahondar en lo enlazado con su riesgo de impago.
Prever los pagos que se realizan con poca frecuencia en el año: Si la empresa se encuentra con falta de liquidez es cuando toca hacer previsión de pagos sin dejarnos de incluir ningún importe puntual o significativo. Dentro de los pagos puntuales y de los pagos impuestos que descuadran la tesorería prevista tendremos que ponernos alertas en el calendario y planearlo en nuestro business plan para tener constancia de las fechas e importes previstos. Por ejemplo consideramos pagos puntuales un seguro de maquinaria anual o los impuestos anuales domiciliados.
Cambiar los vencimientos de pagos a proveedores: Ponerse un único día para realizar el pago de las facturas del mes. Un ejemplo de ello es que la empresa se ponga el día 25 de cada mes como fecha de pago, adelantando de esta manera los vencimientos del 26 al 30 pero atrasando los del 1 al 24 lo que permite alargar el plazo real de pago si se tiene una venta regular en el tiempo. Esta estrategia se debes hacer respetando el período de pago legal fijado en 60 días naturales después del plazo de entrega de las mercancías o prestación de los servicios.
Realizar previsiones de cobros y pagos: Aunque parezca un consejo obvio y que todas las PYMES deberían realizar correctamente al realizar el presupuesto de tesorería, hay muchas que aún no lo hacen. Una buena previsión de los flujo de caja es la clave, diseñando nuestro presupuesto a medida en función de la política de entradas y salidas monetarias de la empresa sin recurrir a soluciones estàndard. Este documento te tiene que ayudar a gestionar la liquidez.
Reducir inventario: Mantener un inventario muy grande puede implicar una inversión grande innecesaria. Es mejor ajustar en un período determinado de tiempo la rotación del inventario para asegurarse de cumplir con las normas del sector. Puedes hacerlo al calcular su índice de rotación de inventario (coste de los bienes dividido por el valor promedio del inventario). Intente no comprar más de lo necesario cuando los proveedores lo seduzcan con grandes descuentos, ya que esto podría inmovilizar su capital. La empresa tendrá que verificar periódicamente el inventario para buscar los productos vencidos o antiguos y posponga los próximos pedidos para deshacerse de tales existencias, o venderlas al costo para recuperar liquidez.
Considerar alquilar en lugar de adquirir: El alquiler por lo general tiene un coste más alto que la compra. Aún así, los grandes costes siempre están justificados por beneficios en el flujo de caja. Al alquilar equipos de ordenador, coches u otras herramientas que serán estrictamente necesarias para hacer crecer nuestra empresa, podrá hacer que no se inmovilice su capital o le será difícil obtener líneas de crédito que podrá destinar con más provecho a las actividades cotidianas de la empresa. Por otra parte, los pagos por concepto de arrendamiento se consideran un gasto comercial, de manera que los beneficios tributarios se mantienen aunque no se realicen compras.
Enviar la factura rápidamente: Cuando le entregas tus bienes a una empresa es mejor enviar la factura de ello el mismo día o como máximo al día siguiente. De esta manera evitaremos retrasar excesivamente el período de pago de nuestras facturas. Si cada vez que nos dan una factura tenemos que esperar, imagínate si además nos retrasamos en enviarla. Por ejemplo; si la factura es de 30 días y tardamos 10 días en enviarla, al final no recibiremos el dinero hasta aquí 40 días.
Utiliza la tecnología para manejar el flujo de caja: La tecnología puede hacer mucho más fácil el manejo de flujo de caja. La tecnología nos ahorrará mucho más tiempo, permitiéndonos trabajar de una forma más efectiva, con más tiempo libre y te permitirá controlar mejor el flujo de caja. Los servicios online de contabilidad ayudan a los emprendedores con poco tiempo a administrar sus negocios.
Tener la financiación flexible como plan B: Para un mejor manejo del flujo de caja es mejor contar con financiación flexible como el anticipo de las facturas o líneas de crédito. Estos servicios no se contabilizan como deuda bancaria por lo que su CIRBE no se ve afectada. Este hecho es muy beneficioso de cara al análisis de perfil de riesgo por parte de las entidades financieras.