Las pruebas AB son una excelente manera de comparar estrategias o herramientas de marketing online para ver cuál funciona mejor. Es una forma rentable de comparar todo, desde páginas web hasta campañas de correo electrónico, para obtener el mejor retorno de la inversión. Con este método, obtendrás los números y las estadísticas para ver qué es necesario cambiar, modificar o dejar como está.
Cómo funcionan las pruebas A/B en una pyme
Supongamos que estás creando una página web para tu pyme. Conseguiste algunos diseñadores diferentes y obtuviste dos maquetas excelentes. Estás dividido entre los dos pero necesitas tomar una decisión.
Las pruebas AB te permiten utilizar datos empíricos para tomar una decisión. Deberás comenzar dividiendo el tráfico de la página web entre los dos candidatos.
Luego, una vez que los datos comiencen a fluir, podrás comenzar a ver qué página web está funcionando mejor. Con este ejemplo, también necesitarás dirigir los números hacia ciertas áreas que te importen. Por ejemplo, puedes utilizar métricas como la tasa de conversión y la tasa de rebote de ambos diseñadores antes de tomar una decisión final.
Las métricas que utilizas a menudo dependen de lo que estás probando. Sin embargo, existen algunos comunes:
- Porcentaje de rebote. En pocas palabras, dar una buena primera impresión es de lo que se trata esta métrica. Por eso es necesario incluirla. Si las personas miran tus landing pages y se van de inmediato, es una gran señal de alerta que debes tener en cuenta.
- Tasa de salida. Esta te dice el número de visitantes que pasan la landing page pero aún así deciden irse. Si los visitantes abandonan una página determinada, ya sabes por dónde empezar a trabajar.
- Métricas de participación. Estas te ayudan a enfocar todo. Echar un vistazo a los promedios puede mostrarte qué páginas deben modificarse.
Como cualquier otra cosa que utilices para el marketing de tu pyme, existen algunas cosas que se deben y no se deben hacer cuando se trata de pruebas AB.
Algunas cosas que no se deben hacer en las pruebas A/B
No pruebes una cosa y luego la otra. Por ejemplo, si tienes dos campañas de correo electrónico para elegir, probar una en septiembre y otra en octubre alterará los resultados. Ejecutar ambas al mismo tiempo garantiza que los sujetos o el tráfico sean consistentes.
No tengas prisa. Obtendrás mucha información una vez que comiences una de estas pruebas. El truco consiste en no finalizar el experimento demasiado pronto. Utilizar sólo unos pocos visitantes durante un corto período de tiempo no te brindará datos suficientes para tomar las decisiones correctas.
Maximiza el éxito de las pruebas A/B
Las pruebas AB, también conocidas como pruebas divididas, son una herramienta poderosa para optimizar tus estrategias de marketing online y mejorar tu ROI. Para asegurarte de aprovechar al máximo este método, considera los siguientes consejos:
- Define claramente tus objetivos. Antes de iniciar una prueba AB, establece objetivos claros y específicos. ¿Qué quieres conseguir con la prueba? Define tus indicadores clave de rendimiento (KPI), como la tasa de conversión, la tasa de clics o la tasa de rebote.
- Prueba una variable a la vez. Para obtener resultados precisos, concéntrate en probar una variable a la vez. Ya sea el diseño de una landing page, la línea de asunto de un correo electrónico o la ubicación de un botón de llamada a la acción (CTA), aislar variables garantiza que sepas exactamente qué está provocando cambios en el rendimiento.
- Utiliza la significación estadística. Asegúrate de que los resultados de tu prueba sean estadísticamente significativos antes de sacar conclusiones. Realizar pruebas con datos insuficientes puede llevar a decisiones inexactas. Existen varias herramientas y calculadoras online que pueden ayudarte a determinar el tamaño de muestra necesario para obtener resultados válidos.
- Segmenta tu audiencia. Diferentes segmentos de audiencia pueden responder de manera diferente a tus variaciones. Considera segmentar tu audiencia según datos demográficos, comportamientos o preferencias. Adapta las pruebas AB a segmentos específicos para saber qué funciona para cada grupo.
- Supervisa y analiza datos periódicamente. No esperes hasta el final de una prueba para comprobar los resultados. Supervisa periódicamente los datos y realiza los ajustes necesarios. Si una variación supera significativamente a la otra al principio de la prueba, puede valer la pena finalizar la prueba antes.
- Mantén la coherencia. Mantén la coherencia en el diseño y los mensajes en todas las variantes de prueba. Cambiar otros elementos mientras se prueba una variable puede generar resultados sesgados. Mantén todo lo demás constante para atribuir con precisión los cambios a la variable probada.
- Implementa pruebas continuas. Las pruebas AB no son un esfuerzo único. Prueba y perfecciona continuamente tus estrategias de marketing. A medida que recopiles información de pruebas anteriores, aplícala a campañas futuras para lograr una mejora continua.
- Documenta y aprende. Mantén un registro detallado de tus pruebas AB, incluidas las hipótesis, variaciones y resultados. Documentar tus pruebas te permite aprender de experimentos anteriores y evitar repetir errores.
- Considera la capacidad de respuesta móvil. Con el uso cada vez mayor de dispositivos móviles, asegúrate de que tus pruebas AB tengan en cuenta la capacidad de respuesta móvil. Prueba cómo funcionan las variaciones en diferentes tamaños de pantalla y dispositivos para atender a tu audiencia móvil de manera efectiva.
- Busca orientación profesional. Si eres nuevo en las pruebas AB o deseas maximizar su potencial, considera consultar con profesionales o agencias con experiencia en marketing basado en datos. Pueden proporcionarte información y orientación valiosas para ayudarte a alcanzar tus objetivos de marketing.
