Toda persona que tenga un negocio tiene entre sus sueños más ambiciosos la idea de internacionalizar su producto. Suena sencillo, ¿eh? Pero la verdad es que puede ser uno de los retos más grandes que una empresa pueda enfrentar.
No es sólo vender de vez en cuando tus productos en el mercado internacional, sino tener una visión que funcione a largo plazo. Aunque sea un gran reto, no es imposible para nadie, tan solo requiere de una gran fuerza, espíritu emprendedor y compromiso de parte de cada una de las áreas de la empresa.
Antes de darle luz verde a la exportación de tus productos, es necesario que te hagas algunas de las siguientes interrogantes:
- ¿Mi producto es exportable?
- ¿Quién podría comprarlo?
- ¿Cómo de grande es el mercado?
- ¿Existe la posibilidad de crecer en el mercado?
- ¿Cuál es el rol del gobierno en el éxito o en el fracaso del producto?
- ¿Debes modificar tu producto debido a las practicas del mercado que quieres alcanzar?
- ¿Quién es tu competencia?
Las respuestas a estas interrogantes te ayudarán a crear estrategias enfocadas al mercado laboral real, y mientras más profundas sean las preguntas, tendrás más oportunidades de materializar tu meta con mucho éxito.
Si quieres explorar otras maneras de crecimiento, toma nota de los siguientes consejos:
- Comprométete con la idea de exportar
No cabe duda de que la exportación es una oportunidad única de crecimiento, expansión y éxito. Aunque tu negocio marche bien a nivel regional o nacional, los resultados que obtendrás de un mercado internacional son incomparables.
Exportar un producto requiere de mucho dinero, pero más importante que eso, requiere de mucho tiempo, disciplina, dedicación y compromiso. De nada sirve tener la inversión, si no se tiene la actitud para salir adelante.
- Crea tu plan de exportación
Es importante que dediques tiempo a documentarte sobre el mercado que quieres atacar, de manera que puedas preparar un buen plan de exportación. Este te ayudará a actuar frente a los riesgos y obstáculos que puedan surgir, asimismo será una pieza clave para encontrar inversores y socios que te ayuden a impulsar tu empresa en el comercio internacional.
Estos son algunos elementos que puedes usar en tu plan de importación:
- Descripción de la empresa y el mercado a atacar.
- Objetivos de la empresa.
- Descripción del producto.
- Tus fortalezas y debilidades.
- Análisis contrastivo de los dos elementos anteriores.
- Estrategias de marketing internacional, etc.
- Haz un estudio de mercado
Realizar un estudio de mercado te permitirá tomar decisiones de mercadeo en base a los aspectos económicos, políticos y culturales que sean una especie de obstáculo para que puedas vender tu producto. Una investigación de mercado te mantiene alejado de la improvisación.
Hay dos tipos de investigación de mercado que puedes realizar:
- Investigación de mercado primaria: se lleva a cabo de manera personal, es decir, a través de entrevistas y consultas con expertos.
- Investigación de mercado secundaria: se lleva a cabo a través de material bibliográfico como libros, informes, estudios, periódicos, reportes, internet, etc.
- Diseña estrategias para tu mercado objetivo
No importa qué tan efectivas hayan sido tus estrategias de marketing a nivel regional o nacional, es vital que diseñes nuevas estrategias para el mercado objetivo que quieres abordar. Recuerda que este otro mercado tiene intereses, necesidades y culturas distintas.
Tu plan de marketing debe ocuparse de las transacciones, cambio de moneda, documentación, alianzas estratégicas, protección, etc. Priorizar esto te permitirá comercializar tu producto antes de lo que te imaginas.
- Documéntate sobre las reglas y regulaciones
Cada mercado tiene sus propias reglas y regulaciones,que a su vez, varían dependiendo del producto. Es importante que antes de enviar tu producto al mercado internacional, conozcas cuál es el tipo de envasado, etiquetado, peso, medidas y demás requerimientos exigidos.
Cualquier error, por más pequeño que sea, puede resultar en un gran desastre.
- Documéntate sobre los asuntos legales y regulaciones
Cada país, ciudad y provincia se rige bajo sus propias leyes. Si no estás al tanto de tus derechos y deberes es posible que termines perdiendo todas las disputas, o que tengas problemas a la hora de vender tu producto. Tu empresa siempre va a estar expuesta a regulaciones diferentes, pero depende de ti conocerlas para no arriesgar su buen funcionamiento.
Una vez que ya tengas toda la teoría dominada, llega la hora de llevarla a la práctica. No olvides integrar recursos tecnológicos y tener personal que domine el idioma inglés, ya que tendrán un rol bastante importante a la hora de tomar decisiones y comercializar tus productos.