El equipo humano de una empresa es un pilar básico para el buen funcionamiento y crecimiento de la misma. Un trabajador descontento puede convertirse en un problema a la hora de ofrecer un buen servicio.
Es casi inevitable que no desempeñe su tarea con las misma implicación que un empleado feliz. Al final acaba pasando factura a su salud física y emocional y también de la empresa. Puede estar poco motivado por muchos motivos, uno de ellos suele ser el estrés. Se habla mucho del estrés laboral de los trabajadores, pero ¿qué pasa con los directivos?.
El estrés y la calidad del trabajo
Plazos de entregas, llamadas, cumplir objetivos, reuniones… un sinfín de quehaceres que trabajadores y jefes se encuentran en el ajetreado día a día de una semana laboral y que incrementan su nivel de ansiedad.
El estrés afecta en la calidad del trabajo y a las relaciones con los clientes, entre otros. Si es el jefe quien lo padece sin duda repercutirá en sus empleados. La ansiedad, la inseguridad tomando decisiones o la falta de concentración, entre otros síntomas dificultará las relaciones de equipos así como la gestión emocional.
Los altos cargos han de tener una buenas gestión emocional para transmitir motivación a los empleados y que el estrés día a día en una oficina no repercuta negativamente en el global de la empresa.
La gestión emocional
A menudo las decisiones tomadas desde la dirección de empresas suelen estar basadas principalmente en base a aspectos cognitivos o racionales. Sin embargo, el éxito de cualquier iniciativa colectiva precisa una verdadera comprensión del lado emocional de la toma de decisiones y esta inteligencia emocional se puede entrenar de forma efectiva con el mindfulness.
Es necesario que los altos mandos sepan gestionar sus emociones para desarrollar una buena relación de equipos y transmitir motivación a sus trabajadores. Una forma de lograrlo es con la práctica del mindfulness, una técnica de entrenamiento de la mente validada por estudios científicos de la neurociencia.
Qué aporta el mindfulness al empresario
El mindfulness mejora el rendimiento, la toma de decisiones y la gestión de equipos en las empresas y ya lo están aplicando en lugares como Apple, Amazon, la NASA o eBay.
Cuando hablamos de novedades de rendimiento parece que estén destinadas a multinacionales, pero esta técnica es apta para todas las empresas, sin importar su tamaño. Al fin y al cabo todos los gerentes están sometidos a altos niveles de estrés. El mindfulness, debido a la accesibilidad y comodidad, entre otros factores, está destinado a todos los públicos.
Esta técnica ofrece una beneficios para los empresarios que lo practican. Incluir su práctica en el día a día del directivo acabará repercutiendo de forma positiva directamente en todos los ámbitos de su vida, tanto personal como profesional:
- Reduce el alto nivel de estrés al que están expuestos los cargos de dirección.
- Potencia cualidades como la calma, la calidad mental, la empatía y la creatividad.
- Desarrolla la concentración, la inteligencia emocional y el liderazgo.
- Facilita la toma de decisiones claras y concisas.
- Reduce el volumen de errores gracias a vivir con menor aceleración nuestro día a día y en consecuencia nos facilita centrarnos en lo que estamos haciendo.
- Facilita el reposo aumentando la calidad del descanso tan necesario para puestos de responsabilidad.
Es importante trabajar estas técnicas en las organizaciones porque al fin y al cabo el trabajo es un lugar donde se pasa una parte importante del día, del tiempo de cada persona. Una empresa u organización ‘consciente’ es un lugar que integra armónicamente sus trabajadores, clientes y entorno socioeconómico. Un espacio de trabajo positivo, respetuoso, feliz y productivo. La práctica del mindfulness ayuda a lograrlo.