Contar con un currículum atractivo es fundamental para conseguir un puesto de trabajo.
En Adeccorientaempleo creemos que contar con un currículum atractivo es fundamental para conseguir un puesto de trabajo y, por eso, siempre que podemos te ofrecemos recomendaciones para redactarlo de forma llamativa, ser creativo en la presentación o, incluso, poner en marcha una curriweb. Pero, ¿y si te dijéramos que el 80% de los CVs son descartados a la primera por errores formales? La falta de datos relacionados con los requisitos de la oferta de empleo es el principal error que encuentran los reclutadores de nuestro país, pero no es el único.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, internet y los programas de mensajería instantánea, muchas personas se han olvidado de lo importante que es escribir correctamente. En un currículum, de hecho, la ortografía es clave. Y la buena redacción, también. Por eso, te recomendamos prestar mucha atención a lo que escribes y a cómo lo escribes, ya que tus palabras podrán abrirte muchas puertas, pero también cerrarlas para siempre. Pero, ¡cuidado! No se trata de llenar tu CV de palabras rimbombantes, sino de transmitir en él toda tu esencia y, después, enriquecerlo con elementos 2.0, como enlaces a las páginas web de las empresas para las que has trabajado, a tu perfil de Linkedin, a tus redes sociales (siempre y cuando hagas un uso responsable de las mismas), etc.
En este sentido, la revista Forbes ha publicado un artículo con las expresiones que todo el mundo pone en el CV y que pueden hacer que seas descartado como candidato. Para no acabar en el montón de los noes, debes evitar las siguientes frases:
“Busco desarrollarme como profesional”
Suena bien, pero si te paras a pensarlo fríamente es una frase vacía de contenido. Evidentemente, si estás buscando un trabajo es porque quieres desarrollar tu carrera profesional. Pero, ¿en qué sentido? ¿Qué es lo que buscas? En vez de utilizar esta frase manida, que por cierto utiliza todo el mundo hoy en día, puedes aprovechar tu currículum para fijar un objetivo concreto y explicar en qué quieres especializarte y por qué.
“Tengo capacidad de liderazgo”
¿Y por qué tendrían que creerte? Si tienes capacidad de liderazgo, ¡demuéstralo! Pero ten en cuenta que para saber si la tienes has de haber liderado un equipo alguna vez en tu carrera profesional. Si no lo has hecho todavía, ¿no será mejor obviar esta supuesta habilidad y centrarte en las que verdaderamente sí puedes probar con experiencias y hechos?
“Tengo X años de experiencia”
Eso no significa nada. A los reclutadores lo que les interesa saber es qué has aprendido en tus años de trabajo, no el tiempo que has pasado en cada empresa. Tu valor añadido no son, en sí, tus cinco años de experiencia, sino los procesos que has llevado a cabo, las experiencias que has aprehendido, etc.
“Soy un profesional orientado a resultados”
Si es así, seguro que has conseguido muchas cosas, ¿no? Apórtalas y los reclutadores dejarán de pensar que es un adjetivo que te pones a ti mismo para valorar que se trata realmente de un logro a tener en cuenta.