LinkedIn se ha consolidado como la red profesional más conocida y, por tanto, recurrida. Por tanto, conviene tener un perfil eficaz, bien configurado, creíble, que capte la atención, tenga visibilidad y buenos resultados.
Para conseguirlo, no basta con cubrir el expediente o subir el currículum, sino que hace falta tener una estrategia de promoción profesional a través del perfil en LinkedIn, para la que se pueden tener en cuenta estas claves:
Claridad expositiva y de contenidos
Hay que empezar por la claridad de lo expuesto y demás contenidos, ya que es difícil que alguien pierda el tiempo en descifrar cualquier información que pueda facilitarse si no es lo bastante descriptiva y fácil de entender.
Credibilidad
Un perfil en LinkedIn sirve de orientación sobre nuestras aptitudes y posibles adecuaciones laborales, por lo que también debe ser creíble. De ahí que tanto el lenguaje como la forma expositiva sean muy importantes a la hora de conseguir transmitir veracidad, máxime cuando hay quien se dedica a hinchar e, incluso, falsear información sobre su perfil profesional.
Para ello, resultan de utilidad las recomendaciones y validaciones de nuestras aptitudes por parte de otras personas, mejor cuanta más relevancia tengan.
Precisión
Es recomendable informar con precisión sobre los puestos de trabajo y sitios en los que se ha trabajo o desempeñado la actividad profesional, ya que facilita la conformación del perfil a quienes lo visitan.
Centrarse en los contenidos de valor y calidad
Resulta fundamental destacar los puntos fuertes de nuestra trayectoria profesional, procurando dar el sentido más profesional a nuestro perfil.
Ni que decir tiene que LinkedIn es el escaparate donde se expone nuestra experiencia, la cual debe mostrar nuestra preparación y valía profesional.
Mantenerse activo
Otro de los objetivos importantes que se pueden obtener a través de esta red social, además de promocionar nuestro perfil profesional, es conseguir buenas relaciones o contactos.
Por todo ello, resulta imprescindible mantenerse activo en la red, bien mediante publicaciones, interviniendo en consultas, comunidades o grupos, facilitando información (sobre noticias, avances, tecnología), etc. Sin olvidarse de mantener actualizados los datos y de entrar una o dos veces al día, para mirar otros perfiles, encontrar a conocidos, crear nuevos contactos, etc. Es la forma de mantenerse «vivo» y, de paso, llamar la atención a posibles ojeadores o prospects.