El 10% de las empresas españolas incluye cláusulas de arbitraje en sus contratos, una tendencia al alza, según los datos presentados por la Asociación Europea de Arbitraje durante el ‘Open de arbitraje’ celebrado en Madrid.
Este porcentaje, sin embargo, aún es muy reducido frente a países como Estados Unidos o del norte de Europa, donde la mayoría de empresas acude al arbitraje.
Según estos datos, las empresas españolas prestan cada vez una mayor atención hacia el arbitraje como fórmula de resolución de conflictos, tanto en su vertiente internacional de las compañías exportadoras como en la doméstica.
El presidente de la Asociación Europea de Arbitraje, Javier Iscar, ha afirmado que el mayor interés por el arbitraje se debe a los efectos de la recuperación económica y al mayor dinamismo comercial.
Iscar ha valorado el arbitraje como «una tendencia muy positiva para seguir aumentando la competitividad de nuestra economía».
Desde la Asociación Europea de Arbitraje estiman que el arbitraje también está llegando a más sectores como la informática y la comunicación, además del sector tradicional de grandes infraestructuras.
Según Iscar, entre las ventajas del arbitraje frente a la Justicia ordinaria destaca la mayor especialización, lo que resulta importante para las empresas en una sociedad global.
El marco que regula el arbitraje, la Ley de arbitraje de 2003, ha sido otra de las razones de su buena evolución, según han coincidido los profesionales en el reciente ‘Open de arbitraje’.
Estos profesionales han propuesto mejoras legales respecto a la impugnación y anulación de los laudos, a las medidas cautelares, a la nueva figura del Árbitro de Emergencia, a la posibilidad de la participación de la Institución arbitral en dicho proceso, la designación de árbitros y al control de cláusulas abusivas.
