Más de la mitad de los ciudadanos de la Unión Europea (58%) tienen un nivel de competencias digitales básico o avanzado, un porcentaje inferior al de Rusia (64,1%) y al de otros ocho países desarrollados.
Así se desprende de un estudio de la Comisión Europea que pone de relieve que el nivel medio de competencias digitales en la UE todavía está por detrás de los de Australia e Islandia (por encima del 80%), Nueva Zelanda (79,3%), Corea del Sur (75,6%), Japón, Noruega, Canadá, Suiza y Rusia, todos ellos con cifras que rondan entre el 60 y el 70%.
No obstante, los cuatro países comunitarios que más destacan en cuanto al nivel de habilidades digitales se sitúan en los primeros puestos a nivel mundial: Dinamarca (80%), Irlanda (77%), Finlandia (73%), Países Bajos y Suecia (69%), según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI, por sus siglas en inglés) que en esta ocasión ha incorporado a países de fuera del bloque comunitario.
Asimismo, los europeos acceden a Internet con mayor frecuencia que en Rusia (67 frente a 61%) y Estados Unidos (60%), aunque menos que en Australia, Canadá o Japón, todos ellos por encima del 80%.
La Comisión Europea ha puesto en marcha diferentes acciones para aumentar la participación de los jóvenes en el sector digital, como la iniciativa «Coalición por las capacidades y los empleos digitales» en la que participan pymes y grandes tecnológicas para aumentar la capacitación de los jóvenes, o la puesta en marcha de la primera red de mujeres emprendedoras en el sector web, WeHubs.
No obstante, el Ejecutivo comunitario cree que no es suficiente y quiere que los países de la UE incorporen en los currículums escolares nacionales una serie de competencias digitales para mejorar los índices, así como fomentar que más jóvenes opten por asignaturas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
En España, tan solo el 31% de los ciudadanos cuenta con competencias digitales avanzadas y únicamente el 23% tiene habilidades digitales básicas, según el informe Sociedad Digital en España 2017, que afirma que prácticamente la mitad de la población «no tiene las competencias digitales necesarias para afrontar adecuadamente la transformación digital».