Suele pasar que, siempre que tenemos la necesidad de buscar información de una empresa, acudimos a Google, donde tecleamos el nombre de la misma y esperamos a que los miles de resultados que arroja nos permitan, con suerte, dar con aquellos datos que estamos buscando.
Acudimos también a su web oficial, a sus redes sociales y a las hemerotecas digitales de los grandes medios de comunicación con la intención de conseguir otras referencias que nos permitan cumplir con nuestro objetivo. Sin embargo, tendemos a ignorar otra fuente de información que, si sabemos cómo utilizar, nos puede proveer de información muy valiosa, el CIF.
Conociendo el Código de Identificación Fiscal de una sociedad podremos, por poner algunos ejemplos, obtener detallados datos mercantiles de esa empresa, la vinculación de sus directivos con otras marcas o compañías o saber si en algún momento ha estado incluida en alguna lista de morosos, esto es, ha tenido o tiene problemas para satisfacer sus pagos en los tiempos pactados para ello.
El CIF aporta datos fiables antes de firmar acuerdos
Y es que antes de llegar a un acuerdo con un cliente o con un proveedor, es esencial disponer de todos los datos posibles que tengan relación con su actividad empresarial.Porque, más allá de lo que sus portavoces te cuenten en las negociaciones previas -que seguro que son solo las bondades- o de la información que hayas podido encontrar en Internet, es posible que ese potencial colaborador se encuentre en situaciones que puedan comprometer su solvencia, como un procedimiento judicial, registrado en un listado de morosos o en pleno ERE.
Contando con el CIF es posible disponer de información fiable sobre el estado de una entidad,pudiendo cerciorarnos personalmente de que una potencial relación comercial con ese proveedor o cliente no perjudicará a nuestro negocio ni a la imagen del mismo.
Pero no solo en el caso de querer evaluar una posible colaboración, disponer de datos contrastados también es muy útil en otros contextos. Por ejemplo, que queramos analizar a nuestra competencia y su situación actual.
¿Qué información se puede obtener con el CIF?
Hoy en día, los principales datos de una empresa o autónomo están al alcance de cualquiera en servicios electrónicos como el de Informa y eInforma, que simplemente con el Código de Identificación Fiscal de la empresa en cuestión nos aporta mucha más información de la que nos podíamos imaginar.
Introduciendo su código de identificación en el buscador de empresas, podremos obtener datos como, por ejemplo:
- Un informe mercantil completo y actualizado.
- Datos de contacto.
- Gráficos de la evolución del negocio en cuanto a sus ventas y al número de empleados.
- Quiénes son sus directivos, ejecutivos, miembros del Consejo de Administración, etc.
- Participaciones y vinculaciones de estos en otras empresas.
- Artículos que se hayan publicado en prensa.
- Información oficial y registral complementaria.
A pesar de que no es complicado encontrar el CIF de una empresa en Internet, en el caso de que no diésemos con la forma de localizarlo, el buscador de eInforma posibilita establecer la búsqueda según otros criterios, como el nombre de la empresa o su marca.
¿CIF o NIF?
Aunque pueda parecer algo del pasado, el uso del CIF continúa muy extendido en el ecosistema empresarial español. Hasta el año 2008 fue el sistema nacional de identificación tributaria utilizado por las personas jurídicas, empresas y fundaciones. A partir de esa fecha, según el Real Decreto 1065/2007, la identificación de entidades jurídicas se realiza mediante el NIF o Número de Identificación Fiscal, que anteriormente se utilizaba para referirse a personas físicas. Por lo reciente de este cambio, todavía muchas empresas conservan el Código de Identificación Fiscal y es posible encontrarlas con este dato en la web.