Imaginemos que regentamos una tienda a pie de calle y que nos han sustraído las llaves. Inmediatamente cambiaremos la cerradura por temor a que entren y nos roben material de gran valor económico. Por esta razón, a menudo optamos por poner una alarma.
A las empresas les pasa lo mismo con sus ordenadores. Guardan sus datos, muy valiosos en los tiempos que corren. Para protegerse de este peligro, que puede acarrear un gran daño económico y, sobre todo, reputacional de la compañía, se utiliza la Ciberseguridad.
Pero, ¿qué es la ciberseguridad?
Según algunos profesionales y expertos en seguridad, la ciberseguridad es como una capa de protección para archivos de información. A partir de esta capa, se trabaja para atajar todo tipo de ataques que pueden poner en riesgo la información que procesamos y almacenamos en nuestros dispositivos.
Estos sistemas que forman parte de la ciberseguridad, no son sólo capaces de prevenir riesgos, sino también reducen el riesgo de exposición del usuario y de los sistemas, dando así confianza a nuestros clientes y al mercado.
La ciberseguridad es un negocio que, según la consultora Gartner, moverá más de 70.000 millones de euros en 2018, un 12% más que en 2014. Este aumento está provocado por el incremento de ataques que se sufren en la red y, sobre todo, por la suma de dos fenómenos; una mayor conciencia del valor de los datos y la facilidad a la hora de contratar a hackers que se encarguen de espiar y robar información de clientes y cuentas bancarias.
El Instituto de Seguridad de España (Incibe) señala que en nuestro país pasamos de recibir 18.000 ataques en 2014 a más de 120.000 en 2017. Esto no ha ha hecho más que empezar y las empresas se están preparando para lo peor, por eso los servicios de ciberseguridad están en alza. Un informe de Deloitte indica que el 79% de las empresas incrementaron su gasto en ciberseguridad durante 2017.
Se triplican las empresas de ciberseguridad
Según Incibe, hace tres años eran poco más de 500 las empresas que se dedicaban a la ciberseguridad. Hoy hay más de 1.500. Esto se da porque, según explica Incibe, las empresas que antes se dedicaban sólo a la seguridad física, actualmente también se dedican a la ciberseguridad.. Una de las medidas que estas empresas aplican para prevenir o solucionar problemas virtuales, es la realización de una auditoría de seguridad, o un hacking ético, es decir, utilizan metodología de hackeo para proteger sus sistemas informáticos.
Según datos de InnoTec, el 57,1% de las empresas han llevado a cabo las dos acciones y, además, el 81,3% posee herramientas de monitorización para detectar y gestionar incidentes en sus redes y sistemas.
La externalización de la ciberseguridad es una realidad y se contratan a compañías especializadas. Esto es así porque es muy difícil para las empresas tener acceso a personas que conozcan y tengan experiencia en ataques de hackers y protección necesaria.
Una gran parte de las empresas que han surgido en el sector de la ciberseguridad forman parte de lo que conocemos como startups o emprendedores que utilizan la tecnología en lo que hacen. Pero a pesar de que éstas juegan un papel importante, encontrando soluciones innovadoras y dotando de dinamismo al sector, la ciberseguridad no es territorio de startups, sino de compañías que estén ya consolidadas en el mercado y que, sobre todo, garanticen a sus clientes que no van a desaparecer y dejarles sin servicio.
Con qué herramientas contamos para aumentar la seguridad
- Antivirus: son imprescindibles para cualquier tipo de organización empresarial, independientemente de su actividad, tamaño o localización. Actualmente hay una gran cantidad de virus o malware que afectan a sistemas informáticos, puestos de trabajo y servidores, por eso es una de las amenazas más difíciles de lidiar.
- El sentido común: el engaño se ha convertido en una práctica común en internet, tanto para infectar millones de dispositivos o conseguir datos de usuarios. Para combatir estas amenazas, desgraciadamente no existen herramientas. Solo podemos utilizar nuestro sentido común y desconfiar de lugares sospechosos.
- Seamos previsores: es importante que tengamos siempre copias de seguridad en la nube o en otros dispositivos y, así, mantener a salvo la información de la empresa.
También contamos con las herramientas de recuperación de sistemas, las cuales permiten restaurar el sistema a partir de un punto y así perder el mínimo de datos posible. - Comunicaciones protegidas: estas soluciones protegen a la empresa de ataques de degeneración de servicios, accesos no autorizados o la intercepción de comunicaciones.
Tenemos que tener presente que las amenazas no sólo llegan de internet, sino también del propio interior de las empresas . Por esta razón la protección de las comunicaciones
es imprescindible sobre todo cuando existen diferentes oficinas o sedes repartidas por otros países.