Los ataques cibernéticos y la pérdida de datos encabezan la lista de riesgos que más preocupan a los principales ejecutivos de las empresas, lo que supone un cambio de tendencia respecto al riesgo sobre los asuntos regulatorios, que encabezaban los motivos de preocupación en años anteriores.
Así se desprende del sexto informe anual de responsabilidad de directivos y administradores realizado por Willis Towers Watson y Allen & Overy, en el que más de la mitad de los encuestados reconocen haber experimentado algún ataque cibernético o pérdida de datos en el último ejercicio.
Un año antes, solo un 30% afirmaba haber experimentado algún ataque de este tipo. Por ello, hasta un 52% describió como «muy importante o extremadamente preocupante» el riesgo de la pérdida de datos, la violación de datos o los riesgos asociados con el nuevo reglamente de protección de datos europeo.
De la misma forma, el 50% calificó los ciberataques como riesgos del mismo nivel de inquietud, convirtiendo estos dos grupos de incertidumbres la principal causa de preocupación para los líderes empresariales consultados.
Pese al protagonismo que han acaparado estos riesgos por su nivel de preocupación, un 43% dice haber experimentado en el último año alguna demanda regulatoria relacionada con algún directivo, por lo que las investigaciones de este tipo ocupan el tercer lugar entre los principales riesgos.
MAYOR RESPONSABILIDAD
Respecto al contexto económico, más de siete de cada diez directivos está preocupado también por el clima económico actual, la misma proporción de los que están preocupados por los riesgos geopolíticos.
Para el director ejecutivo de Willis Towers Watson de Reino Unido, Francis Kean, los resultados del estudio son «sorprendentes», ya que el espectro de posibles causas de responsabilidad para los directivos es mayor de lo que nunca ha sido, que van desde la salud y la seguridad empresarial hasta la actividad criminal, el aumento del riesgo de reclamaciones de empleo o el cambio climático».
Por su parte, la ejecutiva de A&O’s Insurance Litigation Group, Joanna Page, comentó que los individuos con puestos en alta dirección en corporaciones cotizadas y privadas «se enfrentan a un escrutinio sin precedentes y son los más afectados por los esfuerzos de los reguladores en hacer cumplir la ley para combatir los errores corporativos».