Los ataques pueden ser operacionales o no operacionales

Ciberataques: los nuevos «grinchs» de la Navidad

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Actualizado 19 | 12 | 2025 09:40

Ciberataques Navidad

Imagina estar esperando el avión o el tren que te llevará de vuelta a casa para disfrutar de la Navidad junto a tus seres queridos. Queda poco para la hora de embarque, pero, de pronto, todo da un giro de 180º. Tu viaje se cancela hasta nuevo aviso y toca hacer un cambio de planes. ¿El motivo? Acaba de producirse un ciberataque.

Lo hemos visto varias veces este año: ataques contra aerolíneas, ransomware infectando sistemas de check-in, caída de servidores, intrusiones en sistemas de señalización, colapso de webs, exposición de datos confidenciales… El sector del transporte ha sido durante este año una de las principales dianas de los ciberdelincuentes y, según los últimos datos publicados por el Gobierno, este tipo de ciberataques ya concentran el 37,5% del total en España, situándose como una amenaza de seguridad nacional.

En estas fechas, cuando millones de personas dependen de que todo funcione como un reloj para volver a casa por Navidad, los ciberataques son los nuevos «grinchs» que pueden arruinar el viaje.

Dos caras del mismo problema: operación y datos 

Los ataques pueden ser operacionales —ponen en riesgo la seguridad y continuidad de la propia infraestructura— o no operacionales —la filtración o el robo de datos confidenciales de usuarios, por ejemplo—. Aunque las consecuencias de cada uno son distintas, la premisa es la misma: ambos casos se pueden prevenir si la ciberseguridad se integra desde el diseño y la operación del servicio.  Desde TRC nos dan las claves para adelantarnos al «grinch» digital antes de que aparezca en plena operación salida.

  1. Refuerza accesos críticos con doble factor de autenticación. Es recomendable que tanto empresas como proveedores implanten un sistema de doble factor de autenticación para las gestiones que se lleven a cabo a través de internet, reforzando así la protección. Además, es esencial fomentar una cultura de alerta: prestar atención a cualquier comunicación sospechosa que se produzca revisar remitentes y enlaces y evitar hacer click en mensajes de dudosa confiabilidad. Los «grinchs» digitales suelen entrar por donde menos se sospecha: a través de un correo aparentemente rutinario o de una notificación «urgente».
  1. Gestión de riesgos y gobernanza: saber quién hace qué. Contar con un buen sistema de gestión que defina las responsabilidades dentro de la organización es primordial.  Además, este plan debe incluir reglas específicas para entornos TI y OT y contar con herramientas capaces de identificar activos críticos como la señalización ferroviaria, los sistemas de reserva de vuelos o los de control de tráfico aéreo.
  1. Controles técnicos esenciales. Los controles técnicos básicos son indispensables. En primer lugar, debe llevarse a cabo una separación clara entre las redes administrativas y las operativas, para evitar que una incidencia menor acabe afectando a la parte más crítica de la operación. Además, actualizar los programas y los dispositivos periódicamente ayuda a reducir riesgos. Por último, la información sensible debe estar cifrada tanto cuando se envía como cuando se almacena, siguiendo los estándares internacionales vigentes.
  1. Seguridad específica para sistemas industriales (OT). Los sistemas de transporte deben tratarse como lo que son: activos críticos. Esto implica que hay que evaluar su arquitectura, limitar los accesos físicos y lógicos, y emplear tecnologías de monitorización que sean capaces de detectar anomalías en los protocolos industriales, para identificar comportamientos inusuales antes de que afecten a la operación. En un entorno donde cada minuto de parada impacta en miles de personas, la detección temprana es clave para neutralizar el ciberataque antes de que corte la circulación.
  1. Gestión de la supply chain. Muchos incidentes recientes en han tenido su origen en la cadena de suministro: proveedores de software, hardware, mantenimiento o servicios cloud que se convierten, sin querer, en la puerta de entrada del ataque. Para solventarlo, es necesario establecer controles estrictos en forma de auditorías periódicas, requisitos contractuales de ciberseguridad, verificación de actualizaciones y aseguramiento del software y hardware suministrado. La seguridad del sistema es tan fuerte como su eslabón más débil.
  1. Agilidad de respuesta: actuar en horas, no en días. Incluso con todas las medidas preventivas, el riesgo cero no existe. Los operadores deben contar con planes de respuesta ante incidentes que garanticen la continuidad del negocio y la recuperación rápida de datos y servicios. Contar con las copias de seguridad aisladas o offline pueden ayudar a recuperarlos, pues no se depende de sistemas que puedan estar comprometidos.
  1. Cumplimiento normativo y estándares sectoriales. Muchas compañías han establecido requisitos que obligan a los operadores a integrar la ciberseguridad en sus sistemas de gestión operacional. Cumplir con estas normas garantiza que las medidas de protección cubran todos los aspectos operativos significativos y facilita una respuesta ordenada ante incidentes.

En definitiva, en el momento del año en que millones de personas se preparan para reencontrarse con sus familias y vivir la magia de la Navidad, la seguridad digital es un elemento tan crítico como la propia infraestructura física. Contar con sistemas de transporte resilientes, protegidos frente a cualquier amenaza informática, no solo evita cancelaciones y retrasos, sino que también protege la confianza de los usuarios y la reputación de los operadores. Los ciberataques seguirán poniendo a prueba las infraestructuras críticas, pero con estrategias sólidas, medidas adecuadas y una buena cultura de gestión del riesgo, es posible minimizar su impacto. Porque una ciberseguridad robusta es la mejor forma de garantizar una Navidad sin sobresaltos.

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