El Acuerdo Económico de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá, conocido como CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement), pretende suprimir una amplia lista de aranceles para fomentar el comercio entre la Unión Europea y el país norteamericano.
Las oportunidades que dicho acuerdo abre para nuestro país son incalculables según Cristina Serrano, subdirectora comercial con Iberoamérica y América del Norte en la Secretaria de Estado de Comercio. Para Serrano, las relaciones comerciales entre España y Canadá podrían ser mucho más fuertes de lo que actualmente son. España solo exporta a Canadá el 4% de las exportaciones comunitarias, cuando el PIB de nuestro país equivale al 10% del europeo. Teniendo en cuenta estos datos, las exportaciones españolas podrían duplicarse.
El CETA va a reducir los aranceles mejorando notablemente la capacidad exportadora de nuestro país, pero el mayor beneficio redunda en la simplificación de los reglamentos a ambos lados del Atlántico. Estas son las trabas más graves que se encuentran las empresas que pretenden implantarse o exportar en Canadá. También se va a aprobar la aceleración en la concesión de certificados e incluso compatibilizar los certificados expedidos en cualquier país de la UE para que sirvan en Canadá y viceversa. Esto podrá generar muchas oportunidades para las pequeñas y medianas empresas de nuestro país, ya que al simplificar los procedimientos y homologar los permisos la exportación de productos será mucho más sencilla.
Las pymes serán las principales beneficiadas de estos cambios, puesto que las grandes empresas cuentan con mayores recursos para homologar sus productos atendiendo a los requisitos legales en cada país. El acuerdo arancelario recoge una de las grandes reivindicaciones por parte de la Unión: el reconocimiento de las denominaciones de origen, lo que permitirá reconocer los productos españoles de gran calidad en el mercado canadiense.
La economía canadiense es sólida,con un crecimiento de más del 2% en el periodo 2014-2016. Asimismo, ocupa el segundo lugar en cuanto a eficiencia entre los países del G7 y cuenta con una mano de obra con una cualificación excepcional: más del 50% de la población tiene estudios superiores.
En virtud de este Acuerdo las empresas europeas tendrán el tratamiento de empresa autóctona en el mercado canadiense, lo que les permitirá competir en igualdad de condiciones con las empresas del país americano.
Por último, el CETA será un acuerdo puntero en cuanto a la libre circulación de bienes, ya que se reducirán los aranceles de todos los productos, salvo los que aparezcan en una lista negra. Con la desaparición o reducción de las barreras comerciales, tanto arancelarias como las producidas por las legislaciones nacionales, se facilitará que las pymes españolas y europeas puedan acceder a un mercado con un alto poder adquisitivo e internacionalizarse de una manera más eficiente.
