Los datos de afiliación a la Seguridad Social y paro de 2024 reflejan la fortaleza del empleo, que exhibe un nuevo récord por encima de los 21,3 millones de cotizantes tras crearse más de 500.000 empleos en un año.
CEPYME celebra el esfuerzo de los empresarios en la consecución de este máximo histórico, que se produce tras una contención de márgenes en las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, recuerda que las estadísticas de empleo son difíciles de analizar al no clarificarse los fijos discontinuos inactivos, por lo que se echa en falta una mayor transparencia en los datos de desempleo registrado.
Los datos interanuales de empleo arrojan mejoras tanto en el régimen general (+460.134) como en el de autónomos (+42.396), y destacan los incrementos de afiliación en Hostelería, con 54.398 asalariados más, y Comercio (+53.380), aunque se registran algunos retrocesos en términos mensuales.
Para la Confederación de las pymes, 2024 ha sido un año marcado por la debilidad del sector agropecuario, que arrojó un mínimo histórico de afiliación media, llegando a situarse por debajo del millón de cotizantes el pasado agosto. Se trata de un sector especialmente afectado por las subidas de costes generales, laborales y por las exigencias del marco laboral. Su naturaleza estacional hace a este sector verse intensamente perjudicado por las mayores rigideces laborales.
Según datos del Servicio de Estudios de CEPYME, los costes laborales de las pymes subieron un 4,2% en el tercer trimestre, mientras la productividad encadenaba siete trimestres de reducciones interanuales. A falta de datos de cierre del año, esta evolución amplifica la espiral de pérdida de productividad y la discordancia de las alzas sostenidas de costes laborales que aquejan a las pymes.
Las subidas de costes laborales alcanzan el 18,1% desde 2019, un periodo alcista demasiado prolongado para las empresas más vulnerables: las pequeñas y medianas. Las pymes necesitan un alivio de las cargas laborales, impositivas y burocráticas, así como certidumbre normativa.
Sin embargo, los empresarios españoles afrontan este 2025 más subidas de cotizaciones, nuevos recargos y un nuevo incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) aún no cuantificado.
Al aumento de las bases de cotización y la exacción del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) se suma también la aplicación desde 2025 de la nueva cuota solidaridad adicional para sufragar las pensiones, que aumenta los tipos de cotización. El SMI acumula una subida del 60% desde 2017 y volverá a aumentar en 2025, previsiblemente por encima de la inflación de cierre del año anterior (2,8%). Estas subidas configuran, de nuevo, un escenario desfavorable para la ganancia de tamaño empresarial y de rentabilidad, necesaria para una mayor creación de empleo. El MEI, la cuota de solidaridad y el SMI tienen mayor impacto negativo cuanto menor es el tamaño de las empresas.
CEPYME advierte que es necesario cesar con las decisiones de aumentos de costes aprobadas desde el Gobierno.
A estas alzas de costes, se sumará la derivada de los cambios en la jornada de trabajo con desigual impacto por sectores y tamaños de empresa, una medida que coarta el libre acuerdo entre empresas y trabajadores y que, en definitiva, constituirá un nuevo aumento de costes laborales y una mayor rigidez laboral, lo contrario de lo que necesitan las pymes españolas.