El mes de mayo cerró con 237.207 afiliados más a la Seguridad Social, el mejor registro de la serie histórica para este mes. De esta forma, la afiliación a la Seguridad Social se sitúa en 18.915.668 ocupados.
Por su parte, el paro registrado disminuyó en mayo en 83.738 personas, según los datos del Servicio Público de Empleo conocidos hoy. En términos desestacionalizados, el desempleo cayó en 3.236 personas.
Respecto del mes de mayo de 2017, el paro ha registrado un descenso de 208.998 personas. El número total de parados se sitúa en 3.252.130, la cifra más baja desde diciembre de 2008.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, que registro en mayo un buen comportamiento, cabe destacar que el Sistema cuenta con 570.254 ocupados más que en el mismo mes del año anterior, lo que supone un incremento del 3’11%. El Régimen General ha incrementado su afiliación en 537.998 trabajadores, un 3’58% más.
Por sectores, la afiliación se incrementa en todas las ramas de actividad, especialmente en hostelería (5’82%), construcción (2’18% y transporte y almacenamiento (1’43%).
En cuanto a la evolución de la contratación, en mayo se han registrado 2.058.400 contratos, un 1’52% más que en el mismo mes del año anterior. Especialmente positivo ha sido el comportamiento de la contratación indefinida, con 200.078 nuevos contratos, el mayor registro de toda la serie histórica para este mes y un 19’6% más que en el mismo mes del año anterior, con lo que se encadenan 52 meses consecutivos de incrementos en la contratación indefinida.
Para CEPYME, estos datos reflejan que el esfuerzo llevado a cabo en los últimos años para impulsar la actividad económica y la creación de empleo están dando sus frutos y refuerzan la necesidad de trabajar en esta misma senda y continuar impulsando las reformas económicas, avanzando en las ya implementadas, para fortalecer la recuperación económica y del empleo.
La Confederación recuerda que, pese al buen ritmo de crecimiento y de creación de empleo, hay riesgos que amenazan la continuidad del buen momento económico, por lo que es necesario mantener la firmeza en la aplicación de políticas de estabilidad presupuestaria y de impulso de la competitividad, así como garantizar la estabilidad política e institucional, de manera que no se quiebre la credibilidad y la confianza de los inversores en la evolución de nuestro país.
