CEPYME muestra su preocupación por la evolución del mercado laboral en el mes de marzo y por la baja recuperación de la actividad registrada en la campaña de Semana Santa, que puede ser un alarmante adelanto de lo que pueda ser la campaña estival.
Los resultados del mes de marzo en afiliación y paro registrado muestran que en los primeros meses de 2021 se ha producido un cierto empeoramiento de la situación del mercado laboral frente a lo observado en la segunda mitad del año 2020, lo que refleja la dificultad de volver a la normalidad en la actividad y en el empleo, sobre todo en determinadas actividades, mientras perdure la pandemia y permanezcan las restricciones
El descenso del paro en 59.149 personas y el incremento de 70.790 afiliados a la Seguridad Social (en media mensual), es el menor aumento en un mes de marzo desde 2013 (exceptuando la caída de 2020), y no puede dar alas a un infundado optimismo que no se corresponde con la realidad económica, por lo que CEPYME hace un llamamiento a la prudencia, ante una situación que sigue siendo muy mala.
Además, en términos desestacionalizados, y corregido del efecto calendario, se registra un descenso de los afiliados en -45.438 personas en marzo, mayor aún que el registrado en febrero (-30.211), lo que viene a confirmar la debilidad del mercado laboral en estos últimos meses y que podría anticipar la previsión de un primer trimestre negativo en términos de PIB.
Aunque muchos sectores están intentado poco a poco recuperar la actividad pese a las restricciones, ésta sigue siendo muy escasa para compensar la tremenda crisis en la que están inmersas las empresas y la situación de pérdidas acumuladas que arrastran desde hace un año. Hay sectores concretos muy afectados por las restricciones horarias, de aforo y de movilidad, que limitan su actividad y su creación de empleo, de ahí que la recuperación del mercado laboral sea muy desigual e incompleta.
No obstante, hay que destacar la responsabilidad de los empresarios, que están tratando de sobreponerse a esta situación, con un enorme esfuerzo y coste, que se refleja en la creación de empleo cuando la situación es mínimamente favorable para la actividad productiva.
Una responsabilidad que no se está viendo acompañada en la medida que sería necesaria y deseable por las ayudas de la administración, como si sucede en otros países de nuestro entorno.
La Confederación considera que la campaña de vacunación es un elemento clave para que las actividades más afectadas por las restricciones puedan volver a la normalidad y así contribuir a una mayor creación de empleo y se mostrará muy vigilante sobre la evolución de este proceso.