El número de pymes con trabajadores descendió un 6,5% en marzo respecto al mes anterior.

CEPYME muestra su preocupación ante la pérdida de más de 85.500 pymes en marzo por la crisis del coronavirus

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Actualizado 17 | 04 | 2020 12:28

Impacto pymes Coronavirus

El mes de marzo cerró con una caída en el número de pequeñas y medianas empresas de 85.690 respecto a la cifra de febrero,un 2’97% menos que el mes anterior lo que deja un total de 2.803.769 empresas pequeñas y medianas, según el registro administrativo de empresas inscritas en la Seguridad Social, recogido por la Dirección General de Industria y de la Pyme, del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

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Esta caída se concentra en las empresas con asalariados, que a finales de marzo eran 1.233.777 inscritas a la Seguridad Social, un 6,4% menos que el mes anterior y un 7,4% menos que en el mismo mes de 2019. Por lo que respecta a las empresas sin asalariados, a finales del cuarto trimestre de 2019, último dato disponible, eran 1.569.992.

Además, este descenso en el número de empresas contrasta con la tendencia tradicionalmente favorable del mes de marzo, que el año pasado dejó un incremento Intermensual del número de empresas con asalariados de casi el 1%.

Dado que la crisis del COVID-19 se inició en el mes de marzo, este es el primer indicador sobre la demografía empresarial que recoge el impacto de esta crisis, aunque todavía de manera parcial.

Estos datos reflejan los efectos de la crisis del coronavirus COVID-19 sobre el tejido empresarial conformado por las pymes y anticipan la dimensión de la parálisis, ya que solo la segunda quincena de marzo estuvo marcada por las medidas de confinamiento y de la paralización de la actividad establecidas en el estado de alarma. Asimismo, la pérdida de más 85.500 pymes con asalariados en un periodo tan corto de tiempo refleja que la abrupta paralización de la actividad no ha dado tiempo a que muchas empresas puedan llegar a adaptarse a esta situación.

De total de bajas empresariales, 183 eran empresas grandes (-3’7% en tasa mensual), pero la mayor caída se concentra en las empresas medianas y pequeñas con trabajadores a su cargo, es decir, las que tienen entre 1 y 249 trabajadores, que cayeron en 85.690 empresas (-6,5% en tasa mensual).

Entre estas, la mayor destrucción de empresas se registró entre las microempresas (de 1 a 9 trabajadores), con el cierre de 70.053 empresas (-6’1%); seguidas por las pequeñas empresas (de 10 a 49 trabajadores), con 14.035 empresas menos (-9%) y las medianas empresas (de 50 a 249 trabajadores), con 1.602 empresas menos (-6’2%).

Respecto al empleo, la pérdida del tejido productivo y el ajuste empresarial impactaron en los niveles de empleo del mes de marzo, registrando una caída mensual del 4,9% y quedando la cifra de asalariados en 15.381.275. La pérdida de empleo se concentró en mayor medida en las empresas de menor tamaño, que es también donde se concentra el mayor volumen del empleo, 9,9 millones de asalariados exactamente.  De esta forma, el empleo en la pyme se contrajo un 8,7% en variación mensual, frente al 2,8% que descendió en la gran empresa.

Por sectores, la desaparición de empresas se concentró en la construcción, que sufrió el principal ajuste en términos porcentuales con un descenso del 5’1% respecto a febrero, dejando el número de empresas del sector en 301.409 en el mes de marzo. El sector de servicios cerró el mes de marzo con 2.056.137 empresas (-2,8%), el sector agrario lo hizo con 278.083 (-2,3%) y el sector industrial con 172.917 (-2,1%).

Estos datos confirman las estimaciones llevadas a cabo por CEPYME, alertando de las graves consecuencias para las empresas, sobre todo de menor tamaño, del repentino parón de la actividad productiva ocasionado por la crisis sanitaria del COVID-19, que no han tenido tiempo ni capacidad para adaptar sus estructuras a esta situación y, en muchos casos, no han tenido más opción que echar el cierre, como revelan estos datos de desaparición de empresas.

Como ya advirtió CEPYME, las medidas aprobadas y su lenta implementación en muchos casos no han sido suficientes para garantizar la continuidad de muchas empresas y anticipan lo que puede ser una debacle mayor en el mes de abril y sucesivos, si la situación se prolonga.

Los indicadores de confianza empresarial correspondientes al segundo trimestre publicados por el INE confirman esta tendencia, con una caída del 26’9% respecto del primer trimestre. La caída de la confianza es especialmente acentuada entre las microempresas (-28’7%), seguida por las pequeñas empresas (-28’1%). El 75% de las empresas son pesimistas sobre la marcha de su negocio.

Para la Confederación, es necesario articular un paquete ambicioso de medidas orientado a proteger el tejido empresarial, complementando las medidas ya aprobadas con otras de ámbito financiero, fiscal y laboral, como la moratoria de impuestos al menos hasta el mes de julio, la extensión de los ERTE provocados por la crisis del coronavirus o la activación de un nuevo plan a proveedores que aporte liquidez a las pymes.

Por otra parte, como también ha reclamado insistentemente la Confederación, es preciso garantizar el abastecimiento para las empresas de los equipos de protección individual que les permitan reanudar la actividad.

 


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