El paro descendió en 6.280 personas en el mes de enero, según los datos hechos públicos hoy por el ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Este descenso es inferior al del mismo mes del pasado año (9.355 parados menos), pero resulta positivo respecto del incremento del paro que se produjo en el mes de enero. De esta forma, el desempleo se sitúa a finales de febrero en 3.470.248 personas, la tasa más baja de los últimos nueve años.
En términos interanuales, en febrero se ha producido un descenso del número de parados en 280.628 personas. Por lo que respecta al dato desestacionalizado, el mes se ha cerrado con una caída del paro en 23.139 personas. el desempleo se ha reducido en 11 Comunidades Autónomas, registrándose los mayores descensos en Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana.
Por lo que respecta a la afiliación, cabe destacar que se ha incrementado en 81.483 personas, alcanzando una cifra total de ocupados de 18.363.514.
En cuanto a la contratación, destaca el incremento del 6’46% en el número de contratos, siendo especialmente relevante el crecimiento del 11’27% en la contratación indefinida, con un total de 174.287 contratos registrado en el mes de febrero.
Para CEPYME estos datos resultan positivos y reflejan que el mercado laboral sigue evolucionando en la senda de la recuperación. En este sentido, la Confederación destaca que las pymes se consolidan como el pilar de la creación de empleo, como refleja el último Informe de Empleo en las Pymes realizado por la Confederación, que refleja un incremento del empleo en las pymes en casi 390.000 personas en 2017 y las previsiones para 2018 – 2019 apuntan la creación de más de 585.000 empleos durante estos dos años en las empresas de menor dimensión.
Por ello, la Confederación reitera la necesidad de profundizar en el desarrollo de políticas favorecedoras de la actividad productiva, especialmente dirigidas a las pequeñas y medianas empresas y los empresarios autónomos, poniendo en la creación de empleo el objetivo prioritario de estas actuaciones, y contribuyendo a impulsar la competitividad de las empresas y del conjunto de la economía. En esta línea, resulta esencial despejar las actuales incertidumbres y seguir avanzando en los procesos de diálogo social en curso, para avanzar en la mejora del marco laboral y el entorno en el que se desenvuelve la actividad de las empresas, especialmente de las de menor dimensión, protagonistas del 75% del empleo en nuestro país.
