Los datos de afiliación del mes de junio apuntan a un cambio de tendencia que empaña el aparente vigor de la afiliación a la Seguridad Social. El ritmo de aumento desacelera tres décimas en la serie desestacionalizada respecto al mes anterior (2,56% vs. 2,86%), cuatro respecto a abril (2,98%) y es menor al entorno del 4% de hace un año.
El aumento en junio de los cotizantes medios a la Seguridad Social de 54.541 personas es el peor para el citado mes desde 2015 y prácticamente la cuarta parte del registrado el mes anterior, de 200.411 cotizantes, y si se desestacionaliza, representa una caída de 20.119 afiliados al Sistema respecto al mes anterior.
CEPYME alerta de la desaceleración del ritmo de creación de empleo en mayo y junio y pide que se detenga el aumento ininterrumpido de los costes laborales, ya que estos impactan de forma directa en la creación de empleo, máxime en un contexto en que la coyuntura sigue influida por la aún elevada inflación y por la restricción y encarecimiento del crédito.
Además, la Confederación pone el acento en la caída que registra la Agricultura, un sector que pierde más de 33.000 cotizantes y cuyo empleo está mermando consecutivamente durante los últimos 23 meses, afectando especialmente a regiones como Andalucía, Murcia, Navarra y La Rioja.
Por otra parte, y pese a las oscilaciones, el Régimen de Autónomos solo gana 13 afiliados desde el mismo mes del año anterior, pese al tirón de sectores típicamente de trabajadores por cuenta propia como el comercio o la hostelería.
La subida de la afiliación a la Seguridad Social de junio se concentra en ramos de actividad vinculados al turismo y la campaña veraniega, como la hostelería (+34.194) y el comercio (+30.278). En el mismo mes del año anterior las subidas fueron mayores en ambos casos, de 51.658 y 31.323 cotizantes, respectivamente.
CEPYME llama a la responsabilidad a la hora de pensar en nuevas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que afectan especialmente a sectores como la hostelería y el comercio que, pese a su pujanza, ya están reflejando fatiga en el aumento del empleo respecto al año anterior; o la Agricultura, especialmente afectada no sólo por el SMI o la obligación de contratar como indefinidos a empleados en puestos de carácter estacional.
En este sentido es preciso reconsiderar la panoplia de cargas burocráticas que afectan a los negocios de estos sectores, la fragmentación del mercado y las figuras impositivas que ulteriormente pueden elevar las cargas soportadas por las empresas de estos sectores.
El dato de paro registrado avala la pérdida de vigor de la creación de empleo. Pese a descender en 50.268 la cifra de desempleados es el peor junio desde 2008, exceptuando 2020 y 2022.