Los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social del mes de enero reflejan los efectos de la tercera ola de la pandemia sobre las empresas y el empleo y confirman que los ERTE por sí solos no son suficientes para contener la grave destrucción de empleo consecuencia de esta tercera ola, máxime cuando la situación se prolonga desde hace ya casi un año y las empresas, especialmente las pymes, se encuentran al límite.
El paro aumentó en enero en 70.216 personas, mientas que la afiliación cayó en 218.000 cotizantes, los peores datos para este período desde 2008. El número de personas en ERTE aumento en 35.600 trabajadores, hasta un total de 739.000 trabajadores, lo que representa el 5,15% de los afiliados del Régimen General. La comunidad autónoma que más trabajadores en ERTE registró es Canarias con 84.403, el 13,7% de sus afiliados, seguida por Baleares con 35.156, el 11,4% de sus afiliados.
El total afiliados a la Seguridad Social asciende a 18.829.480, 335.015 afiliados menos que hace un año.
La hostelería, con una tasa interanual de -19,48%, y el sector de las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento con-16,03%, son las ramas de actividad que más afiliados han perdido en el último año.
El paro registrado ascendió en enero a 3.964.353 personas. Los mayores incrementos se produjeron en el sector servicios, con 78.089 nuevos parados (2,87%), y en la agricultura, con 3.272 parados más (1,80%). En la industria el paro se incrementó en 1.123 personas (0,36%).
En enero se registraron 1.302.000 contratos, un 26,2% menos que en el mismo mes del año anterior. Especialmente importante ha sido la caída de la contratación indefinida, del 30,6%.
Según CEPYME, estos datos reflejan la grave situación en la que se encuentran las empresas, especialmente en sectores como el turismo, la hostelería y el comercio, después de casi un año de restricciones y paralización total de la actividad en algunos casos.
La Confederación recuerda que mayores restricciones o un nuevo confinamiento podrían en riesgo la viabilidad de muchas empresas, que han asumido durante estos meses un alto nivel de endeudamiento para tratar de mantener la actividad y llegar a la recuperación.
Por ello, la Confederación reclama ayudas directas a las pymes en los sectores más afectados, tal como están llevando a cabo otros países de nuestro entorno, como Alemania o Francia y con criterios claros para garantizar su eficacia en el objetivo de preservar al máximo el tejido empresarial de nuestro país.
