El Índice de Confianza Empresarial (ICE) se redujo en 2019 entre las pymes un 1,9% en media anual con respecto al año anterior, según los datos hechos públicos hoy por el INE.
Para las pymes, el entorno macroeconómico, la regulación económica y la fiscalidad son los elementos más determinantes para el desarrollo de sus negocios y son los que han tenido una evolución más desfavorable durante 2019, lo que han condicionado el empeoramiento de la confianza empresarial en este periodo. Con respecto a 2018, se ha de destacar el mayor impacto negativo que ha tenido la evolución del entorno macroeconómico sobre las empresas de menor dimensión, puesto que este componente del entorno empresarial superó tanto al ámbito de la regulación económica, como al de la fiscalidad como factor que ha tenido el impacto más desfavorable en sus negocios.
Para las microempresas -las que tienen menos de 10 trabajadores, un 93,6% del total- el componente con impacto más desfavorable en el año 2019 ha sido la fiscalidad, mientras que para el resto de las empresas son el entorno económico y la regulación económica los componentes con la evolución más negativa. Para las empresas entre 10 y 200 trabajadores, la morosidad ocupa también el tercer lugar entre los factores más desfavorables.
Ante el actual escenario de incertidumbre, es imprescindible que las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, cuenten con un marco estable y seguro, que favorezca el desarrollo de la actividad económica y, especialmente en la actual coyuntura, evitar nuevos incrementos de costes fiscales o laborales, que no harían sino agudizar la ralentización de la actividad productiva e incrementar el desempleo.
Por ello, desde CEPYME se insiste en la necesidad de situar a las pymes en el eje de las políticas económicas e implementar aquellas medidas que garanticen la sostenibilidad económica y la viabilidad empresarial, la estabilidad del entorno socioeconómico y la seguridad jurídica para impulsar la competitividad de las empresas y la creación de empleo.
