La economía española ha mantenido su dinamismo en el primer trimestre de 2016, con una tasa trimestral del 0,8%. En tasa interanual, alcanza un crecimiento del 3,4%, similar al del último trimestre de 2014, mientras que el ritmo de creación de empleo se acelera levemente hasta el 3,2%. Cabe destacar que estas elevadas tasas de crecimiento y del empleo se producen en un entorno de mínimos de inflación y de superávit en la balanza de pagos.
Del análisis más detallado de este dato del PIB del primer trimestre cabe señalar:
- Una de las novedades más destacadas es el freno de la recuperación de la inversión y de la actividad en la construcción. De hecho, en tasa trimestral, la inversión en este componente desciende un -0,2% y en términos de VAB cae un -0,1%. En consecuencia, se desacelera notablemente su ritmo de avance interanual tanto por el lado de la demanda como de la oferta, tendencia que viene explicada fundamentalmente por la partida de edificación no residencial (obra civil).
- La inversión de bienes de equipo también pierde algo de impulso en tasa trimestral e interanual, pero mantiene todavía tasas de crecimiento elevadas.
- En claro contraste, sobresale el vigor del consumo, tanto privado como público. La caída del índice de confianza del consumidor no se ha trasladado a las decisiones de gasto de las familias, cuya tasa de crecimiento interanual se eleva hasta el 3,7%, la más alta desde 2006.
- Notable desaceleración de los flujos comerciales, tanto de las exportaciones como de las importaciones. No obstante, cabe señalar el descenso de las exportaciones en tasa trimestral por la caída del componente de servicios, mientras que las importaciones de bienes también sufren su segundo descenso trimestral consecutivo.
- El crecimiento por el lado de la demanda es más equilibrado. El sector exterior muestra una aportación menos negativa al PIB (-0,4 puntos porcentuales) y la demanda interna reduce levemente su contribución al crecimiento (3,8 puntos porcentuales), pero sigue muy robusta.
- Por el lado de la oferta, llama la atención el dinamismo de algunas actividades de servicios, como “Comercio, transporte y hostelería”, “Información y Telecomunicaciones” y “Actividades profesionales”, todas ellas con un crecimiento de su VAB por encima del 5% interanual en el primer trimestre. Asimismo, destaca la fortaleza de la industria manufacturera, cuyo VAB alcanza una tasa del 4,3% al comienzo del año.
- En línea con la EPA, la economía española acelera ligeramente la creación de empleo hasta una tasa interanual del 3,2%. Mientras, la productividad por trabajador se modera hasta el 0,2% en el primer trimestre.
- El deflactor del PIB trunca su senda positiva y por primera vez en un año vuelve a registrar una caída (-0,2%). El deflactor del consumo privado sigue en terreno negativo en línea con la evolución del IPC.
En definitiva, la economía española mantiene su fortaleza en el primer trimestre de 2016. Sobresale, por el lado de la demanda, el comportamiento del consumo, tanto público como privado, mientras que, por el lado de la oferta, hay que resaltar el dinamismo de algunas actividades de servicios y la industria manufacturera. Por su parte, el diagnóstico del mercado laboral también es positivo.
No obstante, se advierte cierta tendencia a la desaceleración en los componentes de inversión, sobre todo, en la construcción. Además, el entorno exterior de incertidumbre está afectando a los flujos comerciales de bienes y servicios, que registran una notable moderación.