El transporte marítimo ha sido uno de los más afectados en los últimos años por distintos acontecimientos a nivel mundial. A partir de este mes, se producirá otro cambio importante en las alianzas que han permitido a los transportistas compartir recursos, optimizar el uso de embarcaciones y, en definitiva, controlar las rutas comerciales mundiales.
Por un lado, se disuelve la Alianza 2M, compuesta por Maersk y MSC, y emergen nuevas como Gemini Cooperation, formada por Maersk y Hapag-Lloyd, y Premier Alliance, que agrupa a ONE, HMM y Yang Ming. Por su parte, MSC operará de manera independiente.
Se espera que estos cambios redefinan las rutas comerciales, la fiabilidad del servicio y las dinámicas del mercado a nivel mundial. Ante este panorama, ERA Group ha analizado las posibles repercusiones para los cargadores y las empresas que dependen de este medio de transporte.
Cambios en las alianzas marítimas
- Ajustes en el servicio: La independencia de MSC ofrecerá una amplia red de servicios directos de puerto a puerto, lo que podría beneficiar a los cargadores que buscan una cobertura más sencilla y amplia, mientras que las nuevas alianzas de Gemini y Premier se centrarán en la fiabilidad de los horarios y la optimización de las rutas, atrayendo a aquellos que prioricen la previsibilidad sobre la frecuencia.
- Capacidades y competencia: La reestructuración generará variaciones en las capacidades de los transportistas, lo que significa que algunas rutas experimentarán una mayor eficiencia, mientras que otras podrían sufrir interrupciones temporales. Se espera que este nuevo entorno más competitivo mejore los servicios, pero provocará fluctuaciones en los precios.
- Poder de mercado y resiliencia: Las alianzas dominantes, como Ocean Alliance, mantendrán su posición en el mercado, sobre todo en las rutas entre Asia y Norteamérica, pero las compañías independientes más pequeñas pueden encontrar oportunidades para crecer en mercados desatendidos. Estos cambios pretenden fortalecer la resiliencia general de las cadenas de suministro, contrarrestando así las vulnerabilidades derivadas de los recientes desafíos geopolíticos.
- Costes y flexibilidad: Aunque los costes podrían aumentar durante el periodo inicial, este nuevo escenario ofrecerá soluciones más personalizadas en el futuro, creando oportunidades de mejora para la gestión de costes.
“El transporte marítimo está a punto de cambiar, por lo que las empresas tendrán que revisar sus modelos de compra y estrategias logísticas. La optimización de rutas y la selección adecuada de proveedores serán clave para mitigar riesgos y aprovechar las nuevas oportunidades que surgirán”, declara Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer en ERA Group España.