La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha asegurado este miércoles que no está «nada preocupada» por la carta remitida por Bruselas al Gobierno español en la que pide un reajuste de 7.000 millones de euros para cuadrar el déficit, ya que España «se está desviando muy poquito», al tiempo que ha abogado por que las grandes sociedades «paguen más» y menos las pymes.
Así lo ha señalado Calviño en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, después de que ayer la Comisión Europea enviase una carta al Gobierno español en la que advierte de que el borrador presupuestario enviado a las autoridades comunitarias la semana pasada corre el riesgo de incumplir las reglas fiscales europeas.
Calviño ha asegurado que no está «nada preocupada» por la misiva de Bruselas, que no describiría como «bronca» ni como «tirón de orejas», ya que se ha enviado a todos los países con una situación similar y considera que, en un contexto de prórroga presupuestaria y de Gobierno en funciones, lo «mínimo» que podía enviar la Comisión es una carta para indicar las reglas aplicables y pedir que se el envíe el proyecto presupuestario en cuanto se disponga del mismo.
«En realidad nos estamos desviando muy poquito y (Bruselas) señala que cuanto antes expliquemos cómo se va a hacer» el plan presupuestario y los ajustes, ha añadido Calviño. Asimismo, la ministra ha subrayado que la actual desaceleración de la economía española «no quiere decir no crecer», sino «crecer menos», si bien ha advertido de que la inseguridad jurídica, la inestabilidad política y la tensión social «no favorecen en absoluto la confianza empresarial ni el crecimiento económico».
Por ello, ha instado a ciudadanos y empresas a «que tomen sus decisiones con confianza y con tranquilidad» en un contexto de ralentización del crecimiento del PIB.
ESCENARIO INTERNACIONAL «COMPLICADO»
Eso sí, ha admitido que el escenario internacional es «complicado» y hay «preocupación» en el exterior, ya que hay «muchas fuentes de incertidumbre», como un Brexit que «no termina de cerrarse», la guerra comercial de Estados Unidos con China y el frente abierto con Europa, y la «enorme aversión» al riesgo por parte de inversores, a lo que se suma la ralentización de la economía china e incipientemente de la americana y los focos de tensión financiera en algunos mercados emergentes, como Argentina.
«Son muchos los focos de incertidumbre que están detrayendo el consumo, la inversión y el comercio internacional» y «España no puede aislarse al ser una economía abierta», ha reconocido Calviño, quien sin embargo ha asegurado que los inversores y las autoridades internacionales confían en la economía española.
En este punto, ha subrayado que España está «resistiendo mejor que otros» la situación de incertidumbre y ralentización internacional, creciendo por encima que otros países y con un crecimiento «más equilibrado».
«Aunque no podemos aislarnos y hay desaceleración de la economía, de momento la economía española está aguantando mejor que otras»; ha insistido.
SUBIDA DE IMPUESTOS A GRANDES EMPRESAS
En cuanto a las medidas que acometerá el Gobierno de Pedro Sánchez si obtiene respaldo electoral el próximo 10 de noviembre y logra formar Ejecutivo, Calviño ha avanzado que se acometerán medidas para que «paguen más las grandes sociedades y menos las pymes», puesto que actualmente la carga fiscal de las pequeñas empresas es superior a la de las grandes empresas.
La titular de Economía ha mostrado el «compromiso» para revalorizar las pensiones y trabajar para que haya pensiones «dignas» dentro de «20 o 40 años» por «justicia intergeneracional».
También ha remarcado que el programa del PSOE para las elecciones generales recoge una subida del Salario Mínimo hasta alcanzar el 60% del salario medio en la legislatura, tras el aumento a 900 euros este año, que ha conseguido «realinear» a España con los países de su entorno y recuperar las pérdidas de poder adquisitivo.
CATALUÑA
Por último sobre la situación en Cataluña tras varios días de disturbios, Calviño ha indicado que los actos de violencia «no favorecen la actividad económica» y conllevan un impacto directo en el comercio y el turismo, e indirecto en la inversión.
No obstante, confía en que «vaya apaciguándose la situación» y ha recordado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que «tiene la responsabilidad institucional de apoyar a las fuerzas de seguridad, condenar esta violencia y poner todos los medios para frenarla, porque esto no beneficia a nadie».