El ‘Brexit’ no tendrá consecuencias «apreciables» sobre los procesos de comercio exterior entre Europa y mercados estratégicos como el de Latinoamérica, si bien puede afectar a la cuota de inversión extranjera directa en territorio inglés.
Así se desprende del estudio de investigación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), realizado por el experto José María García Álvarez-Coque, sobre los ‘Acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Latinoamérica’.
De esta manera, el experto señala que sólo el 1,4% de las exportaciones británicas se destinan a Latinoamérica, muy por detrás de países como Alemania (6,5% del total).
En esta línea, el informe destaca que la UE tiene un gran número de acuerdos de libre comercio con terceros países y «un complejo sistema de preferencias comerciales unilaterales». Sin embargo, añade que hay que tener en cuenta que Reino Unido no heredará los acuerdos comerciales bilaterales realizados por la UE por lo que «tendrá que renegociar desde cero» acuerdos comerciales con zonas estratégicas como Latinoamérica.
El estudio prevé que la negociación «no será fácil», ya que se trata de un proceso que podría conllevar «mucho tiempo» dejando a los exportadores de Reino Unido frente a «los obstáculos al comercio» que ha superado la UE después de años de negociaciones.
RECURSOS ADMINISTRATIVOS «SOBRECARGADOS» POR LAS NEGOCIACIONES
De hecho, vaticina que «los propios recursos administrativos del Reino Unido se verán sobrecargados para poder afrontar una batería de negociaciones de forma simultánea».
En este contexto, el estudio afirma que si bien la relaciones de la UE no se verán alteradas, si es posible que la Inversión Directa Extranjera (IDE) en el reino Unido sí resulte dañada, ya que se trata de un país que ha sido siempre «un destino prioritario» para este tipo de inversiones y su salida de la UE puede alterar esta visión.
Así, señala que actualmente la Unión Europea consolida su liderazgo en los mercados latinoamericanos y se sitúa como el principal socio inversor extranjero, al destinar el 10% del total de su inversión en el exterior a los países latinoamericanos.
La UE destina actualmente a esta zona una inversión superior a los 500 millones de euros, lo que representa una IDE mayor que la que representan sus principales competidores en Latinoamérica juntos: China, India y Rusia.