Economía española

El Banco de España afirma que la economía española superará «con holgura» su crecimiento potencial hasta 2021

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Actualizado 28 | 05 | 2019 13:28

El Banco de España destaca que en 2018 la economía española prolongó, por quinto año consecutivo, su etapa de expansión económica, y anticipa que el aumento del PIB en el escenario central superará «con holgura» su tasa de crecimiento potencial (algo inferior al 1,5%) a lo largo del próximo trienio, hasta situarse en el 1,7% en el promedio de 2021.

Así lo recoge el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el ‘Informe Anual 2018’ publicado este martes, donde destaca que a pesar de la desaceleración de la economía española en el último año, está mostrando un «elevado grado de resistencia» en comparación con otros países del entorno, con lo que está prolongado su fase expansiva, mantiene una «intensa» creación de empleo y está corrigiendo algunos de los desequilibrios que se acumularon en la etapa expansiva.

«A lo largo de la fase de recuperación se han puesto las bases para un crecimiento más equilibrado, con la consiguiente mejora de la capacidad de resistencia ante posibles perturbaciones futuras», destaca el Banco de España en su informe. En su último informe trimestral ya mantuvo su previsión de un aumento del PIB del 2,2% este año, y se moderará al 1,9% en 2020 y al 1,7% en 2021.

No obstante, Hernández de Cos advierte de que la economía española se enfrenta a «importantes retos y vulnerabilidades», como la reducción del «elevado» endeudamiento público y exterior, la «alta» tasa de paro, al aumento de la productividad, el reforzamiento del sistema bancario y la necesidad de encarar el progresivo envejecimiento de la población.

PIDE «CAUTELA» ANTE EL «OPTIMISMO» EN CONSUMO

Además, fuentes del organismo han lanzado una advertencia ante el «elevado dinamismo» del consumo privado, en parte debido al descenso de la tasa de ahorro y al crecimiento «elevado» del crédito al consumo, al temer que algunos hogares estén siendo «excesivamente optimistas» a la hora de tomar decisiones de consumo.

En este sentido, desde el supervisor consideran que la mejora del empleo hace que la ciudadanía esté «un poco más confiada sobre su futuro y que pueda gastar algo más», si bien advierte que en el caso de algunos hogares –aquellos con rentas más bajas–, la combinación de un ahorro bajo y cierta acumulación de deudas puede provocar escenarios futuros «poco favorables» y aumentar su presión financiera.

Por ello, pide que los hogares sean «cautelosos» a la hora de formular planes de gasto y endeudamiento, y no contraigan deudas más allá de lo que marquen las «estimaciones prudentes» y la «cautela lógica». También pide esta cautela para las entidades, ya que aunque entiende que en un entorno de rentabilidades bajas el sector busca nichos de negocio, esto no puede condicionar «en ningún caso» la solvencia de las entidades.

Igualmente, subrayan que un porcentaje «muy elevado» de los hogares españoles son propietarios de su vivienda principal, si bien en algunos casos no disponen de una renta suficientemente elevada, por lo que ve margen para que la innovación financiera posibilite la conversión de riqueza líquida en rentas corrientes en las edades más avanzadas.

AGENDA REFORMISTA «AMBICIOSA»

El gobernador del Banco de España asegura que es preciso acometer los retos a los que se enfrenta la economía española «con urgencia», teniendo en cuenta que las iniciativas de los años más recientes han sido «muy escasas», por lo que apela a aprovechar el entorno económico todavía favorable para acelerar las reformas necesarias con una agenda reformista «ambiciosa».

Así, afirma que los «potenciales costes transitorios» que en ocasiones pueden tener algunas reformas, se pueden afrontar en «mejores condiciones» en escenarios económicos benignos.

Entre las dificultades pendientes de afrontar, destaca la «corrección significativa» en el componente estructural del déficit público durante los próximos años, ya que las reducciones del déficit de los últimos años (en 2018 cerró en el 2,5% del PIB) no han producido ninguna mejora del saldo estructural desde 2015, que permanece en niveles «elevados», y con una deuda pública en el 98% del PIB.

«El proceso de consolidación presupuestaria constituye una tarea que debe ser prioritaria», subraya.

Fuentes del organismo ven «prioritario» el proceso de consolidación presupuestaria a través del establecimiento «sin demora» de un programa a medio plazo de corrección de desequilibrios fiscales que permitan al Gobierno acometer políticas en caso de un eventual shock económico. «Es un buen momento para poner el tejado en orden», inciden.

REDUCIR LA DESIGUALDAD

El gobernador también resalta que la desigualdad aumentó durante la crisis, por lo que asegura que debe constituir un «objetivo prioritario» de la política económica conseguir que los beneficios de la recuperación «se hagan extensivos a capas de la sociedad tan amplias como sea posible». Para ello, aboga por lograr aumentos adicionales de la ocupación y por mejorar la calidad del empleo.

En este sentido, apunta que el mercado de trabajo español presenta «síntomas de un elevado grado de disfuncionalidad», cuyo principal rasgo es la persistencia de una tasa de paro muy alta, al tiempo que afirma que la calidad del empleo, con tasas de temporalidad y parcialidad no deseada muy elevadas, «admite márgenes de mejora significativos».

Los remedios, a su juicio, pasan por la mejora del capital humano del colectivo de parados de menor formación y el diseño institucional del sistema educativo, así como cambios regulatorios que mejoren el atractivo de la contratación indefinida, adecuar las retribuciones salariales a la productividad, reducir la dualidad del mercado laboral, revisar las regulaciones que dificultan el crecimiento empresarial y mejorar el déficit de capital humano y tecnológico. Aboga también por revisar la composición de gastos e ingresos públicos para aumentar su eficiencia.

Por el lado del gasto, afirma que hay margen para reorientarlo hacia el capital físico, tecnológico y humano, y por el lado de los ingresos, aboga por «redefinir» la cesta de impuestos, empezando por recortar los actuales beneficios fiscales por exenciones, deducciones y tipo especiales reducidos, que generan «pérdidas importantes» de recaudación y «distorsionan la equidad» del sistema impositivo.

En cuanto al efecto del Brexit en la economía española, la autoridad monetaria subraya que, por el momento, ha tenido un «impacto contenido» y, de cara al futuro, afirma que el potencial impacto negativo sobre el tejido empresarial puede verse amortiguado porque las empresas españolas que comercian con el Reino Unido presentan una diversificación geográfica más elevado y unos niveles de eficiencia mayores.

EL AUMENTO SALARIAL NO SE TRASLADA A PRECIOS

Un factor que ha sorprendido en el Banco de España ha sido la «poca traslación» del aumento de los costes laborales en los precios, debido a que las empresas están repercutiéndolo en sus márgenes, aseguran fuentes del Banco de España, que recalcan que esos «colchones» pueden ser «limitados» y que si se mantiene esa presión de los costes, finalmente se trasladará a los precios.

Esto ha repercutido en que la inflación se haya situado por debajo del objetivo del 2% de la Comisión Europea, si bien también lo achaca al envejecimiento poblacional, el proceso de globalización (mayor apertura comercial y exposición a la competencia), al impacto de las nuevas tecnologías, entre otros.

Por último, respecto a la política monetaria post-crisis, pronostica sobre los tipos de interés que es «probable» que se sitúen persistentemente en un nivel más bajo que en el pasado, si bien el margen para reducir tipos ante futuras crisis será más reducido.


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