La presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas, ha dado a conocer el nuevo informe de “Evolución Económica” correspondiente al balance de 2017 señalando que, “la economía balear ha saldado el ejercicio con un avance del 3,3% y, tras encadenar cuatro años de tasas de crecimiento positivas, confirma que transita por una fase de expansión económica”. Como resultado de esta evolución, “Balears ha recuperado en 2017 los niveles de actividad precrisis” ha destacado Planas, quien también ha apuntado, respecto a los próximos trimestres, que esta circunstancia “dará paso progresivamente a un ritmo de crecimiento más moderado y más estable en torno al 3%”. En este sentido, el avance de la economía en 2017 se ha situado levemente por debajo del anotado el año anterior (3,6%) y, a su vez, se ha mantenido trimestre tras trimestre en una tasa constante del 3,3%.
Con todo, Baleares se sitúa como uno de los territorios más dinámicos entre las economías avanzadas, con un crecimiento superior al que han registrado la economía tanto española (3,1%) como de la zona del euro (2,5%).
El consumo privado se modera
“El consumo de los hogares, que ha crecido a un ritmo del 3,3%, ha mostrado un menor empuje que el año anterior (3,6%) afectado por la recuperación de los precios finales (2,1% vs -0,1%, 2016), una circunstancia que se ha reflejado en un aumento más moderado de las ventas del comercio minorista (2,8% vs 7,1%, 2016)”, ha explicado la presidenta de CAEB, quien ha añadido que “con todo, la renta disponible de las familias continúa apoyada en la continua mejora del empleo (5,5% vs 5,3%, 2016) y la progresión de las rentas salariales (2,6% vs -1,3%, 2016)”.
La demanda de inversión se fortalece
Carmen Planas ha destacado que “la inversión se ha situado como el componente de la demanda que más ha crecido en 2017, con un avance del 3,9% (vs 3,4%, 2016), un hecho que ha mantenido la creación de nuevas sociedades mercantiles en niveles elevados (3.497 sociedades)”. Al mismo tiempo, “en el ámbito de la construcción, el presupuesto de visados de obra ha alcanzado máximos desde el inicio de la crisis (797,9 millones de euros)”.
De esta manera, la inversión ha ganado protagonismo en el crecimiento regional, junto con la demanda externa, la cual se ha visto favorecida por la mejora de las economías del entorno. No en vano, la balanza comercial de bienes ha registrado superávit comercial por primera vez desde 2009 (78 millones de euros), el más elevado desde que se iniciara la serie de registros en 1995.
El avance de los servicios se atempera
Desde el punto de vista de la oferta, Planas ha señalado que “la moderación del ritmo de avance de la economía se debe al menor pulso de los servicios, cuyo crecimiento se ha situado en el 3,3%, tres décimas menos que el año anterior (3,8%)”. Concretamente, “este comportamiento es especialmente visible en la llegada de turistas extranjeros, ya que si bien ha crecido (6,1%), lo ha hecho con menor intensidad que el años anterior (11,5%)”. Ello explica tanto la contención de las pernoctaciones en hoteles (1,4% vs 7,5%, 2016) como el menor grado de ocupación hotelera (78,9% vs 79,2%, 2016)”.
En este contexto, destaca el dinamismo que mantiene la rama de servicios inmobiliarios, favorecidos por la elevada actividad en la compraventa de viviendas, que se sitúa en máximos desde el inicio de la fase recesiva (15.917 transmisiones).
Construcción e industria se desmarcan
La presidenta de CAEB ha apuntado que “tanto el sector de la construcción como de la industria se han mantenido ajenos a la ralentización que ha evidenciado el agregado regional y han crecido a un mayor ritmo que el año anterior”. Concretamente, el avance de la construcción se ha acelerado tres décimas hasta el 3,8% (vs 3,5%, 2016), un hecho que descansa en la reactivación de la inversión en construcción del último trienio y que ha intensificado el crecimiento de la demanda de mano de obra en el sector, tal y como pone de manifiesto el repunte del número de trabajadores afiliados (11% vs 7,8%, 2016).
Por su parte, el crecimiento de la actividad en la industria balear se ha elevado hasta el 2,5%, cinco décimas más que el ejercicio anterior (2%), gracias, en gran medida, al notable incremento que ha experimentado la producción industrial (2,8%), el más destacado desde el inicio de la crisis económica y superior al que ha registrado su homólogo nacional (2,6%).
Menorca y Pitiüses acusan la tónica regional
Desde un punto de vista territorial, Carmen Planas ha explicado que “tanto Menorca como Eivissa y Formentera han experimentado una ralentización del ritmo de crecimiento más acentuada que la del agregado balear”. Una circunstancia que, especialmente en el caso de Eivissa y Formentera, responde a la moderación propia de la entrada en una fase más madura del ciclo.
En el caso de la economía menorquina, el ritmo de crecimiento, estimado en el 2,5%, se ha situado cinco décimas por debajo del anotado el año anterior (3%), como consecuencia, principalmente, de la desaceleración observada en el ámbito de los servicios (2,3% vs 3,2%, 2016), la cual ha cuasi duplicado la anotada por el sector a nivel regional (3,3% vs 3,8%, 2016). Por el contrario, el crecimiento de la actividad se ha acelerado tanto en la industria (2,7% vs 1,3%, 2016) como en la construcción (2,9% vs 2,8%, 2016), en sintonía con la tónica regional.
Por su parte, la economía de Eivissa y Formentera ha experimentado la ralentización más acusada del territorio balear, pues el ritmo de crecimiento se ha moderado seis décimas hasta situarse en el 3,5% (vs 4,1%, 2016). Ello se debe, fundamentalmente, a la menor contribución de la industria (2,3% vs 3,5%, 2016) y la construcción (3,1% vs 3,6%, 2016), que se han mantenido ajenos a la mejora que ha experimentado la actividad en el resto del archipiélago. Y es que aunque el crecimiento de los servicios también se ha moderado (3,5% vs 4,2%, 2016), este comportamiento se sitúa claramente en concordancia con el observado en el ámbito regional (3,3% vs 3,8%, 2016).
La coyuntura económica se presenta mayormente favorable
Con todo, la presidenta de CAEB ha finalizado indicando que “los riesgos a la baja aún presentes en el panorama económico –principalmente asociados al mayor sesgo proteccionista en el ámbito internacional, las negociones en torno al brexit, el efecto de una futura subida de tipos de interés y las tensiones territoriales en el marco nacional– no deben empañar el buen momento económico ni ser un obstáculo para abordar las reformas necesarias para fortalecer la economía frente a shocks futuros.