Una de las medidas más novedosas de la fase 2 es la reapertura de los centros comerciales. Dräger recopila información y consejos útiles para propietarios, empleados y clientes para minimizar el riesgo de contagios.
Los grandes establecimientos vuelven a abrir sus puertas desde que se decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Esta nueva normalidad lleva implícita unas limitaciones de ocupación (el aforo total no superará el 30% en las zonas comunes y el 50% dentro de los locales) y diversas medidas, como por ejemplo que las zonas comunes solo se utilicen para ir de una tienda a otra, no permanecer en áreas de descanso o infantiles, o que restaurantes, bares o cafeterías del centro comercial deben acogerse a la normativa del sector de la hostelería.
Aparte de mantener la distancia de seguridad de dos metros que especifican las autoridades sanitarias, es recomendable seguir una serie de instrucciones que ayuden a evitar que el coronavirus se extienda. Dentro de estas recomendaciones se incluye el uso de mascarillas. En el caso de los profesionales que trabajen de cara al público, lo idóneo es que utilicen mascarillas autofiltrantes FFP2 (frena al menos 92% de las partículas) o, si es posible, una FFP3 (frena al menos 98% de las partículas). Ambas sirven para evitar contagiar y protegen del riesgo de contagio al otro. Hay que tener muy en cuenta la posibilidad de que una persona esté contagiada y no sea consciente, es decir, los conocidos como pacientes asintomáticos.
Este consejo también se puede extender a los consumidores, si bien en estos casos también pueden usar la FFP1 (que frena al menos 78% de las partículas) o las mascarillas quirúrgicas, muy útiles para personas contagiadas, que están diseñadas para proteger a quienes están alrededor del portador.
A la hora de la limpieza, los locales deben garantizar una correcta desinfección de sus instalaciones y productos para cumplir con la normativa. Uno de los métodos más comunes es la higiniezación con ozono, muy eficaz para combatir todo tipo de bacterias, virus y microorganismos. Sin embargo, puede ser perjudicial para la salud si no se toman las medidas de seguridad adecuadas con equipos de protección específicos.
Según Dräger, es imprescindible que el proceso de esterilización lo lleve a cabo una empresa especializada. La aplicación no puede darse en presencia de personas. Antes de utilizar el área desinfectada hay que ventilar adecuadamente y comprobar los niveles de ozono existentes en el aire ambiente mediante detectores homologados. Para ello, los profesionales deben disponer de los EPI´s adecuados. Después de su uso, todo el material debe ser limpiado y descontaminado.
Por último, para detectar la fiebre –uno de los primeros síntomas del coronavirus–, los centros comerciales pueden ayudarse de cámaras térmicas. Estas herramientas escanean y detectan los focos térmicos de una persona que superen la temperatura fijada. Así, si se encuentra a alguien que puede ser indicativo de que tenga unas décimas de más, esta pasaría a una segunda revisión más en profundidad para descartar un posible contagio.