Si hablamos de semanas de seis días laborables, tendríamos que los autónomos españoles trabajan una media de dos horas diarias más que los que trabajan por cuenta ajena; mientras que para una jornada de cinco días por semana serían unas dos horas y media más al día.
A mediados de 2015, el número de horas trabajadas por los autónomos había sido de 45,1 horas por semana, casi 9 horas más que la media de 37,8 horas del resto de los trabajadores y de las 36,5 horas en el caso de los asalariados.
Con los nuevos datos la Encuesta de Población Activa (EPA) que acaban de ser publicados, los trabajadores autónomos declaran trabajar 40,7 horas efectivas, subiendo hasta 43,4 si tienen empleados, a 45,5 en el caso de quienes trabajan por cuenta propia en el sector primario (agricultura, ganadería y pesca) y hasta casi 50 horas a la semana entre los que se dedican a la hostelería. Mientras que, por su parte y según el INE, los asalariados tienen de media 32,5 horas laborables a la semana, mientras que los trabajadores del sector público hacen 31,5 horas semanales.
Esto indica que la intensidad -el meter horas- ha sido una de las consecuencias y, quizás, remedios para salir de la crisis cuando apretaba más; mientras que en la actualidad se observa un mayor relajamiento por parte de la clase trabajadora de este país. El hecho es que, en tres años y por término medio, suponen 5 horas menos de dedicación a la semana, tanto en el caso de los autónomos como entre los asalariados.
Precisamente, el horario medio recogido por la EPA había ido aumentando durante todo el periodo de crisis y, según apuntan los datos, en aquel año de 2015 cambió la tendencia y se frenó el crecimiento de las horas de trabajo de los autónomos, proceso que también se ha dado en el resto de los trabajos. Ello se observa sobre todo en el caso de los asalariados del sector privado, lo que puede deberse a la reducción del número de horas extra que realizan, especialmente las remuneradas, o al incremento del empleo a tiempo parcial, que también se centra en el sector privado.
En lo que sí siguen coincidiendo las estadísticas es que todavía estamos lejos de conseguir una compatibilidad de la vida personal y profesional de los trabajadores por cuenta propia, algo que perjudica especialmente a las mujeres autónomas y, de nuevo, en el sector de la hostelería, donde los fines de semana, festivos y días de temporada alta suponen todo un hándicap a este respecto, sobre todo teniendo en cuenta además lo señalado que suelen ser esas fechas.
