Los asalariados con convenios que recogen complementos salariales ligados a la «cantidad o calidad del trabajo realizado», ya sea de forma individual o en grupo, han pasado de ser el 13% de quienes firmaron su convenio en 2013 al 28% en 2018, según el Ministerio de Trabajo.
En relación a este indicador, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) entiende que los salarios deben evolucionar de acuerdo con los resultados de la empresa o la productividad. “Lo adecuado sería tomar como referentes los datos de producción o de ventas, y los beneficios como elemento para determinar los sueldos, superando la mera indexación salarial”, ha explicado Javier Peinado, secretario general de CREEX.
Asimismo, Peinado ha indicado que “de este modo, la empresa sube salarios en función de su marcha, de su propia situación, y no en función de la evolución de variables económicas que no controla, como la inflación”.
Por ello, el secretario general de la CREEX anima a “impulsar la retribución variable en los convenios definiendo los criterios para su aplicación y su vinculación a conceptos como los resultados empresariales o la productividad, reducción de absentismo, flexibilidad interna, etcétera, atendiendo además a las realidades específicas de cada sector o empresa”.
Analizando las cláusulas especiales que recogen los convenios colectivos, que miden cuantos trabajadores están afectados, a través de sus convenios colectivos de referencia, por mejoras en materia salarial, de empleo y contratación, de jornada, de igualdad, formación o jubilación entre otras cuestiones, el total de trabajadores con este tipo de cláusulas es un millón inferior ahora que hace cinco años –3,2 frente a 4,2 millones–, si bien cabe matizar que al analizar el dato en términos relativos se revela el incremento ya mencionado.