La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)ha publicado una nota técnica con recomendaciones para promover el uso seguro de internet por parte de los menores y evitar el acceso a contenidos inapropiados, debido a que durante estos días de confinamiento los menores pasan más tiempo del habitual conectados a internet, en ocasiones sin supervisión adulta.
El documento, dirigido a madres y padres, entidades y desarrolladores, y editores de contenido, tiene como objetivo fomentar el uso responsable de internet entre los menores y protegerles del daño que pueden sufrir cuando acceden a contenidos inadecuados para su edad.
El acceso de menores a contenido inapropiado es una preocupación frecuente de los padres en un mundo hiperconectado en el que el acceso a dispositivos inteligentes tiene lugar a edades cada vez más tempranas. Entre los ejemplos de contenido inadecuado para su edad y desarrollo se encuentran las imágenes o vídeos con contenido sexual o violento, lenguaje inapropiado, modas que pueden producir riesgos para la salud o malos hábitos, o informaciones falsas o carentes de rigor. Las consecuencias para los menores van desde daños psicológicos y emocionales al fomento de conductas peligrosas.De hecho, un estudio elaborado por la Red Jóvenes e Inclusión Social y la Universidad de las Islas Baleares cifra en ocho años la edad en la que los menores realizan su primer acceso a contenidos pornográficos.
En su nota técnica, la Agencia recoge las distintas opciones que pueden ayudar a impedir el acceso de los menores a este tipo de contenido, o al menos tratar de limitar dicha exposición.Entre estas opciones destacan los buscadores seguros y apps de contenido exclusivamente dirigido a niños y niñas; soluciones de control parental ofrecidas por los fabricantes de sistemas operativos; la amplia gama de aplicaciones de control parental disponibles en el mercado; servicios de control parental ofertados por los operadores de telefonía; alternativas técnicas como el filtrado DNS de contenido; otras opciones de control parental en plataformas de TV y vídeo en streaming o consolas de videojuegos, así como soluciones para verificar la identidad o edad de quien trate de acceder a contenidos para adultos.
La AEPD advierte de que estos medios de control no son infalibles y pueden ser superados por los menores a través de distintos mecanismos, dedicando un apartado a las apps y sistemas que los tutores deberían vigilar.
La nota técnica también incluye un conjunto de recomendaciones dirigidas tanto a madres y padres como a la industria, proveedores de servicio y desarrolladores. En cuanto a los primeros, la Agencia aconseja educar a los menores sobre los riesgos para su privacidad y su seguridad en el uso de tecnologías móviles; limitar el tiempo de uso de los dispositivos conectados; ser consciente de que un bloqueo excesivo puede ser contraproducente -por lo que es importante mantener abierta la posibilidad de desbloquear contenido a petición del menor- y estar abierto a acordar con ellos los filtros y restricciones, entre otras.
Respecto a la industria, la AEPD recomienda aplicar el principio de minimización de datos, estableciendo mecanismos que permitan activar y desactivar cada una de esas funcionalidades en función de las necesidades de cada familia; minimizar los permisos, no solicitando acceder a recursos del sistema que sean innecesarios para las funcionalidades que se van a utilizar; establecer garantías en los servicios en la nube, o aplicar medidas de seguridad, entre otros.
Entre las conclusiones, la AEPD también recuerda que antes de seleccionar una opción de control parental es necesario obtener información precisa sobre los tratamientos de datos que llevará acabo la aplicación, especialmente medidas de seguridad, tiempos de retención de datos, posibles cesiones a terceros, una clara identificación del responsable de tratamiento y cómo ejercer los derechos en materia de protección de datos.
Finalmente, la AEPD recuerda a los creadores de las aplicaciones de control parental la importancia de ser ejemplares en cuanto a transparencia y responsabilidad activa en los tratamientos de datos personales que realizan, estableciendo mecanismos que permitan activar y desactivar cada una de esas funcionalidades en función de las necesidades de cada familia.