La actividad del sector servicios cerró 2019 de manera positiva y alcanzó en diciembre su mayor crecimiento en nueve meses, según el informe publicado hoy por IHS Markit.
El índice de actividad comercial se situó en 54,9 puntos en el último mes del año, por encima de los 53,2 de noviembre, y alcanzó en el nivel más alto desde marzo de este año.
La actividad estuvo impulsada por un sólido aumento de los nuevos pedidos, aunque se reflejó «la persistente debilidad» de los pedidos procedentes del exterior, que cayeron por octavo mes consecutivo.
Markit señala que en España las incertidumbres políticas y económicas continuaron afectando a la demanda de los mercados externos.
En diciembre, la política interna fue uno de los factores que afectaron a la confianza de las empresas del sector servicios y se prevé que tenga un impacto en la inversión y la actividad económica en los próximos meses.
Sin embargo, los planes para impulsar las actividades comerciales y estratégicas, junto con el incremento de la demanda de los últimos meses, hicieron que la confianza, en general, mejorara en diciembre hasta su máximo en cinco meses.
Los pedidos pendientes de realización aumentaron por segundo mes consecutivo en diciembre. Además, el crecimiento fue sólido y el más fuerte registrado desde agosto de 2018.
También se señala que el incremento de la demanda de empleo en diciembre aumentó la presión al alza de los salarios y, en consecuencia, de los gastos operativos.
Además de un incremento de los costes laborales, las empresas encuestadas también informaron de incrementos en el combustible y en las facturas de los servicios públicos.
Según Markit, los esfuerzos para repercutir estos aumentos de costes a los clientes se vieron frustrados por las fuertes presiones competitivas registradas a finales de año. Así, los precios medios que se cobraron se mantuvieron sin cambios en el último mes del año.
El director económico de IHS Markit, Paul Smith, afirmó que el sector servicios de España cerró la década de manera positiva y registrando una nueva expansión.
Para Smith, en un contexto de persistentes incertidumbres económicas y políticas, es «ligeramente sorprendente» el aumento sólido y acelerado de la actividad, aunque, no obstante, cree que se debería garantizar un aumento sólido del PIB de mínimo el 0,4% en el cuarto trimestre de 2019.
De cara a este año, ha afirmado que el incremento de la confianza empresarial se debería mantener con cierto impulso en 2020. No obstante, cree que la persistente debilidad del sector manufacturero continuará aportando riesgos a la baja para la actividad y la inversión en los próximos meses.
