La actividad del sector manufacturero español se aceleró durante el pasado mes de octubre, según refleja el índice PMI, que alcanzó los 51,8 puntos desde los 51,4 del mes anterior, ampliando así a 59 meses consecutivos el periodo de expansión.
«Este resultado está muy lejos de las fuertes tasas de expansión observadas a finales de 2017 y comienzos de este año, aunque la desaceleración está estrechamente relacionada con la ralentización del ciclo comercial internacional que ha afectado a muchas economías manufactureras en todo el mundo», indicó Paul Smith, analista para España de IHS Markit.
España fue en octubre la única economía de la zona euro en la que el dato del PMI manufacturero registró una mejora respecto de la lectura de septiembre, lo que se tradujo en una desaceleración del dato correspondiente al conjunto de la eurozona, que en octubre cayó a 52 puntos desde los 53,2 del mes anterior, su mínimo de los últimos 26 meses.
De hecho, en el caso de Alemania o Francia la lectura del índice manufacturero se situó en octubre en mínimos de los últimos 29 y 25 meses respectivamente, mientras que en el caso de Italia el dato bajó hasta su peor lectura en 46 meses, llegando a entrar en territorio contractivo al pasar de los 50 puntos de septiembre a 49,2 en octubre.
«El índice PMI (de la zona euro) cayó hasta su nivel más bajo desde agosto de 2016 (…) el estudio sugiere que el sector manufacturero podría contraerse en el cuarto trimestre a menos que los datos se recuperen en los próximos meses», advirtió Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, señalando que las expectativas empresariales cayeron hasta su nivel más bajo en casi seis años y los riesgos parecen estar
fuertemente inclinados hacia el lado negativo.
En este sentido, el experto apuntó que los problemas del sector manufacturero «parecen ser generalizados», más allá de las dificultades de los fabricantes de automóviles ante la nueva normativa de emisiones, ya que la creciente aversión al riesgo (vinculada a su vez con las preocupaciones sobre el entorno económico mundial, la inquietud por la
guerra comercial, la incertidumbre política y el aumento de los precios) parece estar afectando la demanda de una amplia variedad de productos.
ITALIA, PRIMERA CONTRACCIÓN EN MÁS DE DOS AÑOS.
La nota más negativa de la encuesta manufacturera de octubre fue Italia, donde el índice PMI bajó a 49,2 puntos desde los 50 del mes anterior, su peor lectura en 46 meses y la primera vez que la actividad en el sector ofrece síntomas de contracción desde agosto de 2016.
Los principales factores tras el deterioro de la actividad manufacturera italiana en octubre fueron los descensos registrados en la producción y los nuevos pedidos, ofreciendo signos de que la ralentización de la economía doméstica sigue lastrando los nuevos negocios.
El crecimiento de la economía italiana se estancó en el tercer trimestre del año en relación a los tres meses anteriores, cuando el PIB del país transalpino creció un 0,2%, registrando así en el primer trimestre completo bajo el nuevo Gobierno de coalición de Liga y ‘M5S’ su peor evolución económica desde el final de 2014.