La Comisión Europea ha cancelado la multa a España por incumplir el objetivo de déficit en 2015, tal y como quería el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy y que podría haber llegado hasta el 0,2% del Producto Interior Bruto por defecto, es decir, más de 2.000 millones de euros.
Los comisarios se han mantenido divididos hasta el último minuto sobre la posibilidad de dejar en cero la multa o imponer al menos una multa simbólica, tal y como pedían los partidarios del ala dura del Ejecutivo comunitario entre ellos los vicepresidentes de Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen, y el responsable del Euro y Diálogo Social, Valdis Dombrovskis.
La propuesta de multa a España quedará automáticamente aprobada salvo que una mayoría cualificada de países rechace la recomendación de la Comisión en un plazo de diez días.
El Gobierno español en funciones lleva semanas dando por hecho que la multa sería «nula o cero», como ha dicho en reiteradas ocasiones el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, incluido este domingo desde el G-20 en China, en cuyos márgenes tuvo ocasión de reunirse con el comisario de Economía y Asuntos Financieros, Pierre Moscovici, partidario de aplicar con «inteligencia» las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y no imponer una multa a España.
CONGELAR A ESPAÑA LOS FONDOS EUROPEOS
Por otro lado, el ejecutivo comunitario ha adoptado la decisión política de congelar fondos europeos a España. La cifra y el tipo de fondos que se congelan quedan, sin embargo, pendientes del diálogo abierto con el Parlamento Europeo y se concretarán después del verano. La ventaja para España es que esta sanción es todavía evitable, porque si España adopta una Ley de Presupuestos para 2017 que cumple con la nueva senda de austeridad prevista, podrá desbloquear los fondos. El Gobierno de Mariano Rajoy lo considera factible, pero siempre que haya investidura a tiempo.
RECORTES DE 20.000 MILLONES DE EUROS
Aunque la multa no se haya hecho efectiva, Bruselas obliga a España a alcanzar un déficit del 4,6% este año, 3,1% en 2017 y 2,2% en 2018. Las últimas previsiones de la CE, publicadas el pasado mes de mayo, auguraban que, en ausencia de medidas, España solo podría reducir su déficit hasta el 5,1%, 3,9% y 3,1% respectivamente para dichos ejercicios.
Estas cifras suponen que España deberá hacer un recorte de algo más de 20.000 millones de euros entre 2016 y 2017. En concreto, el ajuste durante el presente año rondará los 5.600 millones, mientras que el próximo año la contención del gasto deberán llegar al menos a los 15.000 millones. De esta manera, 2017 será el año en el que se centren la mayor parte de los esfuerzos por contener el déficit. Con las nuevas cifras, la CE, a sabiendas de la complicada situación política en España y de la práctica imposibilidad de acometer reformas, da por hecho que España cerrará este ejercicio en el 4,6%. El próximo curso la contención del gasto deberá llegar al menos a los citados 15.000 millones. Más allá de la reducción producto del ciclo económico, la Comisión calcula que España deberá realizar un ajuste estructural de 5.000 millones el año que viene y otro tanto el siguiente hasta alcanzar el objetivo final.
