El MIT ha revelado en su reciente estudio ‘The GenAI Divide: State of AI in Business 2025‘ que más del 90% de los empleados utiliza herramientas personales de inteligencia artificial en su jornada laboral, ya sea mediante suscripciones individuales a ChatGPT, cuentas gratuitas de Claude o asistentes integrados en navegadores como Google. Pero esta adopción de la inteligencia artificial en el entorno laboral avanza más rápido que la regulación interna de las empresas.
VML THE COCKTAIL, ha presentado el Estudio ‘Detectando las claves para el desarrollo de agentes de IA 2025’, en colaboración con Salesforce. El estudio constituye un análisis integral sobre el grado de consolidación y sofisticación de la inteligencia artificial en España, su nivel de integración en las empresas, el papel emergente de los agentes IA, así como las condiciones estructurales que posibilitan su implementación y la aceptación de las estrategias por sectores.
Consolidación y nivel de sofisticación de la IA
La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa de futuro para convertirse en una realidad plenamente consolidada. En tan solo dos años, ha alcanzado al 76% de la población española, registrando el ritmo de adopción más rápido de una tecnología y estableciéndose como una parte integrada en la vida cotidiana, tanto de forma activa como pasiva. En concreto, el uso pasivo de la IA -a través de buscadores, comercios electrónicos, redes sociales o aplicaciones de música- alcanza una familiaridad del 80% entre los ciudadanos.
En paralelo, la IA generativa sigue esta misma tendencia de adopción masiva, especialmente a nivel conversacional tipo chat GPT (62%), y su nivel de sofisticación también se incrementa progresivamente. Aunque dos de cada tres usuarios realizan un uso todavía básico de la IA generativa, más de un tercio ya interactúa de manera avanzada refinando resultados, dando instrucciones específicas o asignando roles. Además, un 37% de los usuarios configura o personaliza regularmente sus herramientas de IA, lo que indica una transición hacia un modelo en el que las personas no solo utilizan la inteligencia artificial, sino que aprenden a trabajar con ella. Este cambio anticipa una redefinición de la productividad individual y del conocimiento organizacional en el ámbito empresarial.
Integración de la IA en las empresas
Con respecto al entorno profesional, más de la mitad de los trabajadores (56%) emplea esta tecnología para generar ideas, realizar tareas rutinarias, resumir documentos y analizar datos, principalmente. Ahora bien, cabe destacar que una mayoría significativa de los trabajadores activos (61%) lo hace sin contar con marcos corporativos de soporte o gobernanza, lo que implica que muchas decisiones se apoyan en sistemas no validados por las organizaciones.
Esta brecha entre adopción real y capacidad corporativa plantea tanto riesgos como oportunidades. En el primer caso, aparecen riesgos de compliance y seguridad derivados del uso de datos corporativos en sistemas no autorizados o carentes de auditoría. En el segundo, se abre una ventana de oportunidad para aquellas empresas que sean capaces de canalizar esta adopción espontánea hacia un modelo corporativo regulado, con formación, estrategias claras y gobernanza tecnológica.
En este sentido, las organizaciones que actúen con rapidez podrán transformar esta adopción orgánica en productividad medible, retener talento gracias a una visión de futuro y consolidar una posición de liderazgo en materia de gobernanza digital. No obstante, el margen temporal es limitado: aquellas que no implementen políticas y marcos de actuación en los próximos 18 a 24 meses corren el riesgo de consolidar patrones de uso no controlado, mucho más difíciles de corregir posteriormente.
Los agentes IA como oportunidad estratégica para las marcas
Por su parte, el 57% de los españoles conoce o usa Agentes IA integrados en servicios de marcas. De hecho, la disposición de los consumidores a interactuar con agentes propios de las empresas a lo largo de las distintas fases del customer journey es significativa, lo que representa una oportunidad estratégica para las marcas españolas. En concreto, los usuarios estarían dispuestos a interactuar con agentes IA en la exploración de productos o servicios (73%), durante el proceso de compra (69%), en consultas postventa (75%) y en la gestión o resolución de incidencias (71%).
Asimismo, y en cuanto a las expectativas de los consumidores, destacan cuatro prioridades:
- la capacidad de los agentes para facilitar la comprensión de temas complejos (50%)
- la posibilidad permanente de hablar con un humano (49%)
- la personalización total de las soluciones (42,5%)
- y la transparencia y control sobre los datos (35,5%)
Así, cabe poner en valor que una implementación que cumpla con estos principios puede generar lealtad y diferenciación competitiva, mientras que una ejecución deficiente puede traducirse en rechazo duradero y daño reputacional.
Por último, desde una perspectiva sectorial, el informe evidencia que las estrategias genéricas no son eficaces. Los sectores donde los agentes IA de marca presentan mayor aceptación son energía y utilities (29%), formación (29%) y seguros (28%), mientras que aquellos donde se observa mayor reticencia son salud (19%) y banca (22%). Estos datos demuestran que el éxito depende de identificar casos de uso concretos en los que el agente IA resuelva una necesidad real del usuario, y no de replicar fórmulas aplicadas en otros sectores.







