El término “disruptor” se ha convertido en una etiqueta habitual para describir las soluciones tecnológicas cada vez más avanzadas que adoptan empresas y organizaciones. Sin embargo, este concepto empieza a quedarse corto a medida que la carrera tecnológica avanza a tal velocidad que ya pocas aplicaciones y programas logran sorprendernos.
Superada la fase de disrupción, al menos desde la perspectiva de la opinión pública, entramos de lleno en la etapa de consolidación. En este contexto, como explica Javier Piqueras, arquitecto principal de soluciones en Scalian Spain, los actores del mercado que deseen implementar y reforzar entornos productivos de éxito deben estar atentos a una especialización tecnológica basada en la evolución de sus capacidades, en iniciativas diferenciales y, cómo no, en las tendencias que ya marcan el horizonte.
Ese horizonte está ya tasado, en lo que a inversión se refiere por distintos estudios y por diversas entidades. Según, por ejemplo, Market Data Forecast, el volumen actual anual de capital asignado a la modernización tecnológica se multiplicará en la primera mitad de la próxima década. El informe fija un crecimiento máximo del 28 % en esta partida.
Por su parte, Mordor Intelligence, y dentro de un amplio rango, estima que la inversión en Europa, tanto en empresa pública como privada, oscilará entre 200 y 800 mil millones anuales.
En este contexto, se identifican lo que serán realidades inminentes de la revolución tecnológica, comenzando por la evolución del entorno DATA. Un área clave que ha dado paso a un enfoque más analítico, dejando atrás la intuición como principal motor en la toma de decisiones dentro de grandes corporaciones. Aquí, destacan las arquitecturas de datos que permiten al empresario tomar decisiones de forma ágil, segura y escalable. Se trata de arquitecturas que operan mediante el registro en tiempo real, donde modelos como Data Mesh proponen una descentralización por dominios, otorgando a cada unidad de negocio la responsabilidad sobre sus propios datos, tratándolos como productos digitales con valor propio.
No podemos olvidar tampoco por su relevancia presente y futura el crecimiento del Edge Computing, que permite procesar datos directamente en la fuente (dispositivos IoT, sensores o servidores periféricos), y que facilita la toma de decisiones en tiempo real.
El dato es, precisamente, la piedra angular sobre la que se construye la Inteligencia Artificial En este contexto, contar con una plataforma de datos bien gobernada se ha convertido en un pilar esencial para una gestión empresarial moderna y basada en la tecnología. Este enfoque se materializa en el concepto de Decision Intelligence, que integra analítica tradicional, inteligencia artificial y reglas de negocio para automatizar decisiones estratégicas con mayor precisión y agilidad.
Este binomio datos- IA se engloba dentro del proceso de transformación digital y modernización tecnológica que está marcando la agenda de las grandes organizaciones y destacan también las siguientes tendencias,
Tendencias en transformación digital
- Migración Masiva a la Nube Pública. Supone el traslado de los datos desde entornos locales y nubes privadas hacia la nube pública. Este cambio permite ahorrar costes y una mayor flexibilidad, sin afectar negativamente ni a la lógica del negocio ni al rendimiento. Más allá, destaca en ventajas clave como la escalabilidad y la alta disponibilidad.
- Modernización de Sistemas Core. Las migraciones más frecuentes incluyen el traslado de arquitecturas legacy, habitualmente obsoletas, hacia arquitecturas reactivas de microservicios y soluciones IoT analíticas. Se observa también un fuerte impulso en la cultura de apificación (cambio cultural basado en el empleo de aplicaciones) en empresas maduras, que buscan romper silos organizativos y optimizar la reutilización de soluciones.
- RPA Inteligente. La automatización robótica de procesos permite agilizar tareas repetitivas con mínima intervención humana. En banca se aplica en el BackOffice (apertura de cuentas, gestión de solicitudes), y en industria, en la optimización de la cadena de suministro.
- Sostenibilidad y FinOps. Con el término FinOps nos referimos a la práctica que optimiza la gestión financiera del cloud sin sacrificar rendimiento. Se basa en monitorizar el uso real, apagar recursos innecesarios y diseñar arquitecturas eficientes y escalables.
- Ciberseguridad. Esta es una necesidad prioritaria en los entornos digitales, que exige una visión integral alineada con los retos operativos y regulatorios actuales. Todo ello en un entorno zero trust, que representa un cambio de paradigma: ya no se trata de si se va a recibir un ciberataque, sino de cuándo ocurrirá.
Este enorme despliegue innovador requiere no solo una nueva forma de aproximarse a la realidad empresarial y organizacional, sino también una inversión alineada con la magnitud del esfuerzo.
En un entorno empresarial cada vez más dinámico, integrar la tecnología como parte de la cultura organizacional es clave para avanzar con propósito: “No se trata de adoptar soluciones digitales por tendencia, sino de hacerlo con visión estratégica, alineando cada decisión con los objetivos del negocio y los valores de la organización. Este enfoque permite avanzar hacia un futuro más sostenible, eficiente y adaptado a los desafíos reales del entorno empresarial.”