Internet industrial, la versión empresarial de IoT, ayuda a las empresas a mejorar su productividad.
Decir que internet ha revolucionado la comunicación entre personas sería más propio de un artículo escrito hace al menos dos décadas. Durante los últimos veinte años, la red no se ha quedado quieta sino que ha continuado trabajando para seguir transformando la sociedad. Lo ha conseguido al salir de los ordenadores para instalarse en todo tipo de aparatos, desde relojes hasta neveras en un fenómeno también ya conocido: internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Y como el avance tecnológico es imparable, el propio IoT ya ha empezado a evolucionar para ofrecer nuevos servicios y generar ahorros en la industria. Hablamos de internet industrial de las cosas, una de las tendencias protagonistas durante el pasado IoT Solutions World Congress, celebrado recientemente en Barcelona (España).
La aplicación del IoT en la industria se basa en conectar a internet aparatos y dispositivos involucrados en la producción para que envíen la información que generan. A los e-mails que te envían los compañeros y los jefes podrían sumarse así los que te manden las máquinas de tu empresa para decirte, por ejemplo, que se han estropeado.
«Eso lo cambia todo», afirma el vicepresidente de General Electric Software , Colin Parris. Cambia los procesos y también los ingresos, pues un estudio de GeneralElectric afirma que la aportación al PIB mundial de internet industrial llegará a los 13.000 billones de euros en 2030. En España, esta cifra podría situarse entre los 91.000 millones de euros y los 150.000 millones de euros, según el mismo estudio, más del doble de lo que supuso el turismo el año pasado, que se sitúo en 52.400 millones de euros según el Instituto Nacional de Estadística.
Las empresas son conscientes de las bondades de internet industrial de las cosas, por ello, su inversión en esta tendencia solo en 2012 ascendió a unos 18.000 millones de euros en todo el mundo (equivalente al 0,037 total) y se prevé que ascenderá hasta los 450.000 millones de euros en 2020, según un informe de Accenture.
Para cumplir estas previsiones así como las expectativas que la industria está poniendo en internet industrial de las cosas, este promete mejorar la productividad y la eficienciade prácticamente todos los sectores. Un ejemplo es el que indica General Electric, que señala que se podría ahorrar 7.000 millones en Europa durante los próximos 15 años con una reducción del 1% en el gasto de fuel de los aviones.
La compañía ya ha logrado este hito en la flota de Air Asia. El internet conectado a los miles sensores de sus aviones sirvió para enviar a la nube información sobre el comportamiento de las naves en distintas situaciones. Estos datos permitieron a la compañía mejorar la forma de pilotar los aviones, como el uso de un solo motor en los desplazamientos en tierra, hasta alcanzar el ahorro que la compañía espera mantener a largo plazo.
No solo datos
Internet industrial es mucho más que una fuente de big data. También sirve para conectar dispositivos con trabajadores y reducir los traslados. Es el caso del proyecto dela empresa Amplia con Endesa. Sensores instalados en los contadores industriales mandan una notificación a un operario si hay una incidencia. «Los sensores son inteligentes y realizan gran parte de las operaciones que antes hacía el operario y reducen la manipulación de 15 minutos a 30 segundos«, indica, el director de Amplia, Carlos Prados. «Ahora son 100.000 los contadores conectados, pero para 2018 llegaremos a 23 millones en Europa», asegura.
Otra de las ventajas de internet industrial es que cada empresa puede incorporarlo a su día a día (ver Llega la era del internet de las cosas que puedes conectar tú mismo). «Es lademocratización de la telemetría«, explica Prados. En el caso de Endesa, el sensor registra todo lo que sucede y los sube a la plataforma en la nube Open Gate, para que el operario «conozca en todo momento desde su smartphone el estado de los contadores«.
La revolución de esta tendencia es aplicable a un innumerable número de sectores, desde la aviación hasta la cerveza, por ejemplo. Un proyecto de la empresa española de IoT Carriots y Mahou-San Miguel monitoriza barriles de cerveza para conocer el suministro de un bar. La compañía detecta si el establecimiento ha superado los barriles contratados y está vendiendo otra marca. También puede saber los hábitos de consumo de los clientes a través de datos que se acumulan en la nube y organizar campañas de marketing. “Todos los datos que nos dan los barriles sirven para que el consumo crezca”, explica el director tecnológico de Carriots, Álvaro Everlet.
Y es que nada se libra de estar conectado a internet. Por eso, la próxima vez que te llegue un e-mail del trabajo, puede que no sea tu jefe pidiéndote algo urgente, sino una máquina que detecta alguna incidencia.