Estas
obras forman parte del Proyecto de Movilización de Recursos Hídricos (PROMOREN)
del gobierno senegalés para el desarrollo agrosilvopastoral y para la
preservación de los ecosistemas rurales en las cuencas fluviales mediante la
construcción de infraestructuras hidráulicas que garanticen el desarrollo de
las actividades agrícolas y ganaderas frente a las graves sequías que ha
sufrido el país, y la protección de las aguas dulces superficiales evitando la
intrusión de agua salada procedente del río Gambia.
Incatema
será responsable de la adecuación del cauce del río durante 36 km, optimizando
los recursos hídricos, aumentando la capacidad de almacenamiento, reduciendo la
evaporación y evitando la inundación de terrenos de cultivo y de poblaciones
aledañas. Además, construirá un nuevo dique anti-sal de 140 metros de longitud
y otro dique de 175 metros de longitud en el Ko Socé, afluente del cauce
principal. Asimismo, el proyecto contempla la construcción de 60 nuevas
captaciones de agua y de siete obras de drenaje de protección contra
inundaciones, y la realización de una balsa piscícola de 525 metros de longitud
y 60 metros de ancho.
Además,
la compañía se encargará de realizar los trabajos preparatorios del terreno y
de la construcción de las infraestructuras provisionales para garantizar tanto
la circulación de personas y mercancías por carretera, como la continuidad de
los flujos de agua durante la construcción o rehabilitación de las diferentes
estructuras hidráulicas.
Fernando
Díaz, director de Infraestructuras de Incatema, señala que “estos trabajos
resultan esenciales como forma de adaptarse al cambio climático en un país marcado
por precipitaciones erráticas y variables en el tiempo y el espacio, por lo que
invertir en infraestructuras hidráulicas es esencial para conseguir un
equilibrio entre el desarrollo de las actividades productivas y la gestión del
medio ambiente”.
Según
el gobierno senegalés, el impacto de estos trabajos permitirá la movilización
de 46 millones de m3 de agua anuales, la restauración de ecosistemas de
humedales en la región, el desarrollo de 1.200 hectáreas de regadío, el aumento
de los ingresos agrícolas, ganaderos y pesqueros, y la creación de 60.000
empleos directos e indirectos, de los cuales el 50% serán mujeres y jóvenes.