En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), surge la pregunta: ¿cómo está evolucionando esta práctica a lo largo de los años y cómo impacta en la Experiencia de Cliente?
Según el informe de Responsabilidad Corporativa de Gartner, se prevé que, para el año 2025, el 50% de las empresas globales integrarán prácticas de RSC en sus principales operaciones comerciales. Pero, además, Forrester, a través de Ian Bruce, VP, Principal Analyst, también señala que el 73% de los consumidores B2B consideran importante que las empresas demuestren responsabilidad social y ambiental.
Esto resalta la creciente tendencia de que las empresas consideren cada vez más su impacto en la sociedad y el medio ambiente. Como resultado, están integrando prácticas éticas en el núcleo de sus operaciones empresariales.
Pero en este objetivo, la «tradicional» Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha evolucionado durante los últimos años hacia un enfoque más amplio conocido como ESG (Environmental, Social and Governance). Este enfoque subraya la importancia de no limitarse a considerar el impacto financiero, sino también los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, (relacionado con la transparencia o con los códigos de conducta) al tomar decisiones empresariales.»
Así, tal como indica Paloma Breva, Directora de Marketing en el Sur de Europa de Medallia, “los criterios de ESG son cada vez más importantes dentro de los departamentos de Experiencia de Cliente y de Empleado, pues no solo implica compromisos filantrópicos, sino que también abarca la creación de un entorno de trabajo inclusivo y solidario, que promueva el bienestar de los empleados y contribuya positivamente a la comunidad, y, por tanto, se refleje positivamente en los resultados empresariales”.
- Compromiso con la comunidad y el mundo desde sus líderes: Es imprescindible que, las compañías, desde sus líderes, se esfuercen y se centren en que sus acciones impacten positivamente más allá de sus clientes, incluso en ciertas comunidades y el mundo en general a través de, por ejemplo, compromiso con la justicia social y la sostenibilidad, así como la ayuda a colectivos vulnerables o a través de la colaboración con organizaciones sin fines de lucro.
- Priorizar la representación profesional a través de la diversidad de colectivos: En el entorno empresarial actual, es crucial que las compañías valoren la diversidad y aseguren una representación equitativa en todos los niveles de la organización, incluyendo a grupos y colectivos minoritarios. Esto se considera fundamental para promover la innovación y desarrollar soluciones más efectivas.
- Transparencia y compromiso con la mejora continua: La escucha activa a los empleados es parte imprescindible de las estrategias de ESG.
- Innovación y liderazgo en productos y soluciones: Las compañías comprometidas con la Responsabilidad Social Corporativa, deben invertir constantemente en innovación y en la búsqueda de liderazgo en productos y soluciones innovadoras que no solo beneficien a sus clientes y empleados, sino que también contribuyan al bienestar general de su entorno más cercano para impulsar el progreso social y económico al proporcionar herramientas que promueven una mayor participación y equidad en la experiencia laboral y del consumidor.
- Reporte de Impacto Global: Realizar un informe de impacto global es una herramienta esencial para identificar y comprender los factores ambientales, sociales y de gobernanza que afectan a la marca, así como su impacto en el entorno y la sociedad; y cómo las mejoras y acciones impulsadas desde una compañía tiene un impacto dentro y fuera de la organización.
La mejora de la RSC a través de estas estrategias fortalece la reputación tanto de las marcas como su relación con todos los stakeholders. Una cultura de solidaridad y compromiso social contribuye a una mayor lealtad del cliente, retención de empleados y, en última instancia, un rendimiento financiero sostenible a largo plazo.