Podría decirse, sin temor a exagerar, que la tecnología nos obliga a reinventarnos continuamente. Un día trabajamos de una forma y al otro nos topamos con que ha salido una nueva herramienta que agiliza esa tarea que nos ha tomado tanto tiempo, o bien, que la ejecuta directamente.
Ante este panorama, es lógico e incluso prudente que cada vez más las empresas consideren invertir en planes de formación. Así, contribuyen a su adaptación en el contexto actual, a la vez que evitan que sus equipos las abandonen. Porque -tengamos claro este otro factor cuanto antes- los empleados suelen comprometerse más con una empresa que se preocupa por su desarrollo profesional y lo fomenta, que con una que no muestra interés por sus carreras.
De hecho, uno de los beneficios más conocidos y que cada vez cobra más relevancia es el cheque formación, pues favorece el crecimiento intelectual y laboral. Desde Pluxee señalan que es fundamental apostar por ello, o al menos tenerlo presente, ante un entorno tan cambiante e influenciado por los últimos avances tecnológicos como en el que nos encontramos.
Pero ¿cuál es el paso siguiente si ya decidiste hacer algo al respecto? ¿Cómo escoges qué tipo de formación ofrecer? ¿Estás buscando que tus empleados se sigan desarrollando en su propio ámbito o necesitas que adquieran habilidades nuevas para que ocupen otro rol dentro de la empresa? Esto dependerá, por supuesto, de la situación específica que atravieses y de tus necesidades particulares; pero hay métodos que muy probablemente te ayuden en cualquier caso.
Por ejemplo, el upskilling y el reskilling podrían formar parte de tu solución: ambos son procesos que potencian la capacidad de innovación y la evolución de los equipos, a la vez que contribuyen a la fidelización del talento interno. El primero consiste en potenciar las habilidades ya existentes de los empleados y, así, mantenerlos al día en las últimas tendencias en sus respectivas áreas; mientras que el segundo se centra en que aprendan habilidades completamente nuevas con las que desarrollar actividades diferentes de las actuales y ocupar un nuevo puesto en la misma empresa.
Por otra parte, tanto si te decides por el upskilling como por el reskilling, es importante que intentes mantener a tus plantillas actualizadas y que cuenten con conocimientos digitales en general. De esta forma, podrán hacer uso, por ejemplo, de herramientas tecnológicas colaborativas que permiten el intercambio de información y un seguimiento adecuado de tus proyectos.
“Ante la escasez de nuevas habilidades, el desarrollo y el aprendizaje continuos se vuelven valores fundamentales para garantizar el éxito de las empresas. En este sentido, la formación ha pasado a ser uno de los beneficios por excelencia y de los que más atención podrían merecer este 2024 en la confección de planes de compensación para empleados, sobre todo si se piensa en lo mejor para ellos y para ti”, afirma Miriam Martín, directora de Marketing y Comunicación de Pluxee.
Si abordas a tiempo esta insuficiencia de habilidades mediante la formación del talento interno, puedes contar de antemano con que tendrás empleados más capacitados, satisfechos y motivados, ya que les ofrecerás la posibilidad de continuar desarrollándose y creciendo profesionalmente. Prepárate entonces para que su rendimiento y entusiasmo aumenten y así, afrontad juntos esos retos por venir.