Más unión entre las pymes y más cooperación a través de asociaciones, plataformas o institutos tecnológicos. Éste es el camino para que la pequeña y mediana empresa acceda a la financiación necesaria para cambiar su modelo productivo hacia la economía circular. Las pymes, sobre todo las más pequeñas, no tienen los recursos humanos ni económicos para implementar por sí mismas la transformación hacia la sostenibilidad que exige la ley y que demanda la sociedad.
Es una de las conclusiones del estudio Economía circular: barreras y dinamizadores para su implementación efectiva en la pyme, realizado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de la Fundación 1º de Mayo (F1M-ISTAS) de CCOO y Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro que cuida del medioambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases domésticos ligeros en España, en el que ha participado CEPYME aportando datos del sector y ha transmitido las inquietudes de las pymes y las posibles soluciones, que pasan por impulsar la cooperación interempresarial. El estudio es una amplia radiografía que detecta los problemas, pero, sobre todo, aporta soluciones y permite conocer las ventajas competitivas de adoptar la circularidad como una estrategia de empresa.
La transformación hacia un modelo productivo sostenible pasa por acceder a créditos o ayudas públicas que dinamicen los procesos de inversión e innovación de las pymes. Una de las principales barreras que señala el estudio es, precisamente, la dificultad de acceder a la financiación. Muchas empresas pequeñas tienen una capacidad limitada para generar liquidez o no cumplen las garantías que exige el sector financiero español para conceder créditos.
No obstante, cada vez existen másmecanismos financieros, bonos o fondos de capital riesgo que apuestan por apoyar la sostenibilidad, pero falta una regulación bancaria que promueva las finanzas verdes.
El papel dinamizador del sector público
La pyme, por sus características y tamaño, tiene más dificultad para acceder al capital. Según el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las microempresas (entre 1 y 9 trabajadores) suponen el 38,6% de las compañías que hay en España, mientras que las pymes sin asalariados representan el 54,7%. Los recursos humanos son, por tanto, bastante limitados, una situación que se extrapola también a los recursos económicos. Este estudio destaca la necesidad de quela pymese beneficie deayudas, programas y políticas públicas destinadas a favorecer su transición hacia la economía circular.
El sector público, con sus políticas y fondos destinados a la circularidad, se sitúa como el mayor aportador de financiación. El documento insta a aprovechar la oportunidad que suponen los Fondos Next Generation de la Unión Europea, que respaldan la inversión para latransformación productiva hacia la economía circularen áreas como la tecnología, la energía, el transporte o la educación. El 37% de esos Fondos, de 750.000 millones de euros, deben destinarse a la descarbonización y la acción climática: esa es la base del Pacto Verde Europeo.
La agilidad en la tramitación de estos fondos es esencial. De ahí la importancia de acceder a planes como el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular, con ayudas por valor de 492 millones de euros destinadas a dar un impulso definitivo a la incorporación de las empresas a la circularidad. El PERTE implica a todos los sectores productivos y hasta 2026 podría desembolsar más de 1.200 millones de euros. Las medidas de este proyecto están encuadradas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que canaliza los fondos europeos para construir un futuro más sostenible a través de reformas e inversiones.
El problema para la pyme es cómo acceder a esta financiación, que a menudo conlleva demasiada complejidad burocrática y también dispersión en las competencias, barreras que exceden las capacidades de la pyme.
Impulso de la cooperación empresarial
Las ayudas existen, aunque la queja es que los fondos tardan en llegar. El primer paso es conocerlas y acceder a ellas. El estudio destaca un factor esencial: la cooperación empresarial. La colaboración tecnológica, económica y comercial entre empresas es fundamental porque evita que la pequeña y mediana empresa actué en solitario y pierda oportunidades.
La cooperación facilita el acceso a líneas de financiación, a inversiones en I+D+i o a nuevos mercados, como señala CEPYME en el estudio. Como ejemplo, cita que las pymes “más exitosas han sido aquellas que han puesto como objetivo fortalecer los lazos de cooperación entre empresas, como es el caso de los institutos tecnológicos, plataformas conjuntas de comercialización o incluso, instrumentos financieros como las Sociedades de Garantía Recíproca o los fondos de capital-riesgo”.
El nivel de cooperación interempresarial en España es bajo, una de las asignaturas pendientes. Pero cooperar es esencial para acceder a los servicios de asesoramiento, de formación, de apoyo y de asistencia tecnológica.
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